No hay ningún alimento que contenga todos los nutrientes en la cantidad y calidad necesaria para mantener una buena salud. Por eso, no nos cansamos de recordar la importancia de una alimentación variada, especialmente para los deportistas. Eso sí, la dieta tiene que estar adaptada al consumo energético de cada persona. No necesita lo mismo alguien con un estilo de vida sedentario que otro que practica ejercicio físico todos los días.
Para un deportista es vital estar bien hidratado, no hay que esperar a tener sed para beber. Siempre es preferible el agua, los zumos naturales o las bebidas isotónicas antes que los zumos envasados o los refrescos. Las frutas y verduras contienen mucha agua, además de los minerales, vitaminas y antioxidantes que, aunque no aportan energía, son necesarios para mantener un buen estado de salud. Son perfectas para recuperarse después del ejercicio.
Las calorías necesarias para hacer deporte
Alrededor de un 60 % del aporte calórico en la alimentación de un deportista debe provenir de los hidratos de carbono de absorción lenta. Los alimentos con más calorías que no pueden faltar en su dieta son los cereales, la pasta y el arroz integral, junto con las patatas y las legumbres. Los hidratos de carbono de absorción rápida como las mermeladas, la bollería industrial o el azúcar deben estar prácticamente fuera de la dieta, permitiendo únicamente los de las frutas y la miel. Así se obtendrá un mayor rendimiento y se evitará la fatiga durante la práctica del deporte.
Las proteínas necesarias para fortalecer los músculos deben tomarse del pescado, las aves, los huevos, la leche y sus derivados. La carne roja también es recomendable por su alto contenido en proteínas, pero es aconsejable un consumo más moderado. Estos alimentos no deben suponer más del 15 % del contenido energético de la dieta, ya que, el exceso puede producir una acumulación de toxinas. En cuanto a las grasas, han de proporcionar el 25 % de las calorías diarias y son preferibles las de origen vegetal. Las grasas de origen animal deben proceder, sobre todo, de pescado azul, que gracias al omega 3 ayuda a disminuir la inflamación.