Alimentación y deporte en la adolescencia

Sabemos que la alimentación y la práctica de ejercicio físico a cualquier edad son muy importantes para nuestra salud; pero más aún es adquirir los hábitos alimentarios saludables, combinados con una buena ejercitación durante la adolescencia para lograr un buen equilibrio mental y emocional.

Es habitual que durante la adolescencia, cuando pasamos realmente del juego al ejercicio como tal (se busca un orden mediante entrenamientos y competiciones) comience, a su vez, una etapa mucho más sedentaria que puede ser fatal si, además, la alimentación no es correcta. Por eso, si tienes adolescentes en casa y te preocupa su bienestar, toma nota de los siguientes consejos para hacer que su dieta y condición física estén plenamente cubierta.

La alimentación de un adolescente

Quizás sea la etapa más difícil de controlar, pues el tránsito de la niñez a la adolescencia conlleva una serie de cambios que hacen que quieran pasar más tiempo solos o fuera de casa en compañía de amigos. Esto, a su vez, hace que comiencen a saltarse comidas pues, para ellos, no es algo tan importante (el desayuno, por ejemplo, es muy frecuente) y que se habitúen a establecimientos de comida rápida.

Alimentación y deporte en la adolescencia | HCMN

¿Qué podemos hacer entonces? Dentro de lo que está en nuestra mano, debemos tener en cuenta que su dieta incluya, en todo momento, los siguientes nutrientes:

  • Proteínas: esencial para el crecimiento, pues es una fuente de energía y sirve para reparar el tejido.
  • Vitaminas: todas las que el cuerpo humano necesita para mantenerse sano. Debido a los cambios que sufre el cuerpo durante la adolescencia, estos tienen diferentes necesidades de vitaminas.
  • Minerales: para el correcto funcionamiento de los sistemas enzimáticos.
  • Calcio: esencial para la formación de los huesos. Un truco: si el adolescente es reacio a tomar leche, puedes completar esta necesidad con frutos secos, ¡una gran fuente alternativa de calcio!
  • Hierro: el incremento del volumen sanguíneo durante esta etapa hace indispensable la necesidad de cubrirlo con alimentos altos en hierro, especialmente en el caso de las chicas por la llegada de la menstruación.
  • Zinc: muy importante por el efecto que produce en la memoria de los adolescentes.

Sin una dieta que combine todos estos elementos podrían surgir problemas como el déficit cálcico, el sobrepeso u obesidad, anemias y hasta trastornos en la conducta alimentaria. Por ello, junto a una buena hidratación, es importante integrar estos elementos en la dieta de nuestros adolescentes.

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La necesidad de hacer deporte

Integrar todos estos elementos en su dieta diaria es necesario, pero también combinarlo con una educación física adecuada. Como decíamos, es una etapa en la que se tiende al sedentarismo y esto puede traer consecuencias para la vida adulta. Por ello, todos los adolescentes deberían practicar un deporte para combatirlo. Pero,  ¿cómo los motivamos?

Existen numerosas actividades que desarrollan los adolescentes, aunque debemos cuidarnos de no forzar, ya que esto puede llevar a un rechazo general de la actividad si el adolescente en cuestión no se encuentra a gusto realizando tal deporte. Por ello, analizamos qué le gusta hacer a nuestro hijo y tenemos en cuenta sus cualidades y constitución, si propicia su desarrollo global o, por el contrario, perjudica su desarrollo muscular.

Por otro lado, nos podemos aprovechar de su necesidad social en esta época de la vida para motivar a varios amigos a apuntarse a actividades extraescolares físicas. Donde va uno, ¡van todos!

Conocer la competencia justa y la recompensa personal propician aptitudes sanas para el futuro de tu hijo/a. Recompensar su esfuerzo, le motivará a seguir trabajando su actividad física para avanzar.

Tanto la dieta como el ejercicio aportarán en los adolescentes múltiples beneficios para su personalidad: les ayudará a sentirse bien consigo mismos, aumentará su autoestima, favorecerá su bienestar y les ayudará a descansar mejor. ¡Ya sabes!