Has tenido el típico reconocimiento médico en la empresa y te han dado los resultados. Los abres y, ¡sorpresa, transaminasas altas! Entonces te haces la pregunta del millón… ¿y ahora qué hago?
Tranquilo, vamos a ver aquí qué significa eso de tener “las transaminasas altas” y qué tenemos que hacer con nuestra alimentación para reducirlas, prevenir riesgos futuros y volver a tener una salud ¡de hierro!
Primero que nada, ¿qué son las transaminasas?
Las transaminasas son unas enzimas que se encuentran en el interior de las células de distintas partes de nuestro organismo, principalmente están en el hígado, pero también podemos encontrarlas en el corazón, riñones, músculos, etc. Las transaminasas actúan en nuestro metabolismo, intervienen en la producción de diferentes aminoácidos, moléculas de proteínas muy pequeñas que son necesarias para nuestro organismo..
Existen dos tipos de transaminasas: el ALT o alaninoamino transferasa y el AST o aspartato aminotransferasa. Cuando una de ellas o las dos están alteradas se suelen tomar como un indicador de un posible daño hepático, lo que se conoce como transaminasemia o transaminitis.
Las transaminasas altas pueden darse a diferentes causas:
- Un daño hepático
- Hepatitis viral
- Ingesta en exceso de alcohol
- Tumores en el hígado
- Cirrosis hepática
- Hígado graso
Cualquiera de estos casos, lo más importante es seguir al pie de la letra el tratamiento y las indicaciones de tu médico. Pero, además, puedes ayudar a tu organismo a combatir las alteraciones de las transaminasas implementando cambios en tu alimentación. ¡Sigue leyendo!
Con una analítica normal podrás comprobar tu nivel de transaminasas en sangre
Alimentos recomendados para bajar el nivel de transaminasas
El consumo de verduras y hortalizas es fundamental para llevar una alimentación saludable y equilibrada, por lo que son muy recomendables para reducir tus transaminasas. Su consumo debe ser diario y abundante, busca recetas variadas para no aburrirte.
A continuación te dejamos una receta de menestras de verdura con setas para que innoves y pruebes deliciosos platos con los alimentos más saludables.
Dentro de la gran variedad de verduras y hortalizas que existen, algunas como la zanahoria, el cardo, el brócoli, la coliflor, la remolacha y las espinacas, tienen fama de ayudar a limpiar el hígado, por lo que no dudes en incorporarlas en tu dieta periódicamente en menestras, purés o zumos y smoothies, como el zumo de remolacha.
Dentro de todas estas, la alcachofa es la reina de las verduras que ayudan a reducir las transaminasas, son muy diuréticas y ayudan limpiar todo tu organismo, ¡así que inclúyela en tu alimentación diaria!
Las carnes magras son también un buen alimento para ayudar a tu hígado, gracias a su bajo nivel en grasas. Puedes elegir entre el pollo, el pavo, el conejo o la codorniz. Es importante que optes por cocinar al vapor o a la plancha, antes que al horno o sartén, para evitar así cualquier exceso de grasa.
Y como postre y comida entre horas, no puede faltar la fruta. Al igual que la verdura, son fundamentales para cualquier tipo de alimentación sana, y sus beneficios y características naturales, ayudarán en el proceso de acabar con las transaminasas.
Completa tu día a día con infusiones, si no tienes ningún problema crónico, son un gran remedio. Puedes probar también el agua con limón antes de desayunar o hacerte unas infusiones de boldo.
Qué comidas y hábitos es recomendable evitar
Evita a toda costa aquello que aporte lo contrario de lo que acabamos de ver. Por ejemplo, los alimentos ultraprocesados, las grasas saturadas, los productos con alto valor calórico y bajo nutricional.
Si llevas una vida sedentaria, ¡muévete y disfruta! Haz ejercicio todos los días que puedas, te sentirás mejor y podrás prevenir muchísimas enfermedades, además de llevar un estilo de vida mucho más saludable.
El exceso de peso es un problema para el buen funcionamiento del hígado y de todo el organismo
Y por último, mantén a raya los azúcares y sales elevadas en cualquier producto. Lo que harán, si abusas de ellos, será contribuir el crecimiento de los niveles de transaminasas y tener un hígado graso.
Ahora que ya estás totalmente puesto en el tema, ¿de qué lado estás? ¡Lucha por un cuerpo libre de transaminasas, y lleva un estilo de vida saludable! 🙂
Cuéntanos, ¿cómo están tus transaminasas?