Desde tiempos neolíticos, el hombre ha necesitado conservar sus reservas de comida y lo ha conseguido mediante distintos procedimientos: secado, ahumado o salado. Afortunadamente, hoy en día, disponemos de más y mejores métodos. Con ellos, y siguiendo algunos consejos, podemos mantener nuestros alimentos en perfecto estado. ¿Quieres conocerlos un poco mejor?
Conservar los alimentos adecuadamente es fundamental para preservar sus propiedades intactas, evitar que se echen a perder o, incluso, prevenir una posible intoxicación alimentaria. Hay tres factores que son fundamentales para una adecuada conservación:
- La temperatura. Entre los 5 y los 65 grados centígrados se crea un clima propicio para la proliferación de las bacterias, que son las principales culpables de la alteración de los alimentos pudiendo llegar a provocarnos una intoxicación. Mediante el frío podemos hacer más lento o detener el desarrollo de los microorganismos.
- El tiempo. Debemos procurar mantener los alimentos a temperatura ambiente el menor tiempo posible, especialmente en verano. Es vital consumir la comida cuanto antes o refrigerarla.
- El tipo de alimento. Dependiendo de los distintos tipos de alimentos, son más o menos proclives a la proliferación de bacterias. Los muy salados o azucarados, como las anchoas o la leche condensada, tienen una vida más larga. Sin embargo, hay otros en los que los microorganismos se multiplican a gran velocidad en poco tiempo. Son, principalmente, los productos frescos como pescados, carnes, salsas, frutas y verduras cortadas, lácteos…
Consejos para conservar los alimentos en casa
Siguiendo una serie de pautas, evitaremos que los alimentos se dañen demasiado pronto:
- Tenemos que llevarlos del súper a casa cuanto antes, especialmente los productos frescos y en época de calor. Al elegirlos es aconsejable que miremos en su etiqueta la fecha de caducidad.
- Al preparar las bolsas en el súper, introduciremos en la misma bolsa todos los alimentos fríos y en otra los que no necesitan ser refrigerados.
- Mantendremos el frío de los alimentos congelados durante su traslado si los llevamos en una bolsa isotérmica.
- Al llegar a casa, tenemos que guardarlos enseguida en la nevera y el congelador para no romper la cadena de frío. Además, debemos tener en cuenta algunos detalles como que existen frigoríficos que enfrían más en la parte de arriba y otros en la de abajo o que, por ejemplo, la puerta es la zona en la que menos enfrían.
- Si decimos congelar los alimentos, debemos saber que las frutas y verduras tienen que estar cocinadas, en recipientes distintos de los de las carnes y pescados crudos, y que la temperatura debe ser inferior a -5 grados centígrados.
- También podemos conservarlos por calor, es decir, cocinándolos totalmente aguantarán en la nevera unos días más y en el congelador varias semanas. No olvidemos que la temperatura de cocción debe ser superior a los 65 grados centígrados.
- Con los alimentos que no necesitan frío para su conservación, como los enlatados, no hace falta que tengamos tanto cuidado pero sí que los guardemos en un lugar fresco y seco. Una vez abierta una lata, el producto que no se consuma en el momento tendremos que pasarlo a otro recipiente para guardarlo en el frigorífico.