Verdades y mentiras sobre los aceites y grasas en tu alimentación

En la búsqueda incansable por lograr tener una alimentación saludable para uno mismo y aquellos que nos rodean, muchas veces solemos tomar decisiones que a priori nos pueden parecer lógicas pero que, sopesándolas con la información adecuada, se descubren rápidamente como erróneas. Una de ellas es la presencia de aceites y grasas en nuestra alimentación. Veamos algunas verdades, mentiras y recomendaciones al respecto.

Cuando nos planteamos seriamente reconducir nuestra alimentación y encauzarla dentro de los márgenes de lo saludable, una de las primeras decisiones suele ser el eliminar de nuestro día a día el consumo de aceites y grasas. ¿Te has sentido identificado? Pues que sepas que tu primera acción ha sido errónea.

Tal y como indica la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), “las grasas son esenciales para nuestra salud porque intervienen en la composición de las membranas celulares y de las estructuras nucleares”. Con todo y con eso, tenemos que tener en cuenta que debemos consumirlas con moderación ya que, aun siendo beneficiosas para nuestro organismo, también cuentan con un elevado aporte calórico.

Verdades y mentiras sobre los aceites y grasas en tu alimentación

 

De igual manera, tenemos que tener en cuenta que siempre serán más saludables las grasas de origen vegetal. A este apartado pertenece algo tan nuestro como el aceite de oliva virgen extra (AOVE), que además es rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, lo que le hacen especialmente recomendable para cocinar y a la hora de hacer aliños.

Por otro lado, resulta igualmente importante evitar el consumo excesivo de margarinas, puesto que cuentan con ácidos grasos ‘trans’, uno de los principales factores de riesgo en enfermedades cardiovasculares.

Cuestiones a tener en cuenta

  • La ingesta de grasas es imprescindible para un correcto funcionamiento de nuestro organismo, pero siempre que formen parte de nuestra dieta en la cantidad y calidad adecuadas.
  • Las grasas insaturadas, como las que se encuentran en los aceites de origen vegetal, pescados o AOVE, pueden ser muy eficaces a la hora de reducir el nivel de colesterol y triglicéridos. Por lo tanto, son unos grandes aliados a la hora de prevenir dolencias cardiovasculares.
  • Por el contrario, el consumo excesivo de grasas insaturadas puede aumentar el nivel de colesterol en nuestro organismo y, por lo tanto, incrementar el riesgo de padecer enfermedades coronarias.