Desde que en 1975 se publicara en EE. UU. un libro que ensalzaba las virtudes de la dieta mediterránea, han sido multitud los estudios realizados que destacan sus beneficios para la salud. Se ha comprobado que los pueblos mediterráneos son más longevos y en ello tiene responsabilidad, no solo la alimentación, sino también un estilo de vida activo y algunas costumbres propias, como comer en familia sentados alrededor de la mesa y sin prisa; el vasito de vino con el que acompañamos cada comida; y la siesta antes de retomar la actividad.
¿Cuáles son los beneficios de la dieta mediterránea?
Además de la longevidad que señalábamos antes, la tasa de mortalidad por cáncer o enfermedades cardiovasculares en los países mediterráneos es menor que en el resto, gracias a las vitaminas, minerales y antioxidantes que componen la dieta mediterránea.
El aceite de oliva, los frutos secos y el pescado azul, productos muy utilizados en nuestra dieta, ayudan a regular el colesterol y a evitar el riesgo cardiovascular. Las frutas y verduras, tan abundantes y de tan buena calidad en la huerta mediterránea, favorecen el tránsito intestinal, previenen la diabetes, la obesidad, los problemas respiratorios y las alergias.
La pirámide nutricional en la dieta mediterránea
En la base de la pirámide nutricional de la dieta mediterránea se recomiendan como alimentos a consumir diariamente el aceite de oliva, los cereales (mejor si son integrales), frutas, verduras y hortalizas; en menor cantidad, lácteos y frutos secos. El pescado, la carne blanca, las legumbres y los huevos se aconseja tomarlos dos veces a la semana; las patatas y las carnes rojas, una vez a la semana. Los dulces se encuentran en la zona más alta de la pirámide, por lo que sugieren que su consumo sea ocasional.
Además, los expertos en la dieta mediterránea aconsejan realizar cinco comidas diarias en cantidades moderadas y que los alimentos a consumir sean de temporada y, preferiblemente, de producción local. No beber demasiados líquidos durante las comidas, ya que pueden dificultar la digestión, incluir el tradicional vasito de vino y comer despacio, sentados alrededor de la mesa, son algunas costumbres mediterráneas recomendadas y avaladas por los expertos. Por último, no podemos olvidar las hierbas aromáticas, también propias de la cocina mediterránea, ya que tienen importantes beneficios para nuestra salud, como la albahaca, que alivia el dolor de estómago, o el orégano, que favorece la digestión.
Como siempre, el consejo de Grupo IFA es comer de forma equilibrada, en base a la dieta mediterránea, mantener siempre bien hidratado nuestro organismo ingiriendo dos litros de agua al día y practicar ejercicio físico regularmente.