¿Practicas crossfit? Descubre qué dieta debes seguir, ¡tu alimentación es importante!

Cada temporada se pone de moda un deporte y este año no paramos de oír hablar del CrossFit, un entrenamiento para deportistas de nivel. Su éxito se debe a la variedad de rutinas que se practican, y que potencian nuestra motivación. Sea como fuere, hoy nos proponemos acercaros un poco más a este apasionante deporte.

Qué es el CrossFit

En la década de los 90, en un gimnasio de California, Gregg Glassman hizo una adaptación del entrenamiento que practicaban las fuerzas de seguridad de Estados Unidos y nació el CrossFit. Se trata de entrenamientos de corta duración, pero muy intensos, y de diversas especialidades tanto en gimnasio como al aire libre: cuerdas, barra, anillas, carreras, remo, salto de comba, levantamiento de peso, entre otras muchas. La idea es que entrenemos nuestro cuerpo y nuestras capacidades, tales como la resistencia cardiovascular, el fondo, la fuerza muscular, la flexibilidad, la potencia, la velocidad, la agilidad, etc.

Alimentación y Crossfit - Descubre la dieta recomendada | HCMN

Alimentación adaptada al CrossFit

Por su intensidad, esta disciplina necesita un aporte nutricional adecuado a las características del entrenamiento y también a nuestra propia forma física, para evitar que se produzcan roturas fibrilares u otros problemas y dolencias más o menos graves.

–          Hidratos de carbono. El CrossFit necesita que mantengamos nuestras reservas de glucógeno altas. Entre un 40 y 60 % de nuestra dieta deben ser, por lo tanto, hidratos de carbono (especialmente, tubérculos).

–          Proteínas. Las necesitamos para la recuperación de nuestros tejidos y el desgaste producido. Alrededor de un 30 % la dieta deberían ser proteínas (carnes, huevos y lácteos).

–          Grasas. También necesitamos incluir en nuestro menú grasas pero han de ser de buena calidad como la de los aguacates o la mantequilla.

–          Líquidos. La hidratación es importante en la práctica de cualquier deporte. Cuanto mayor haya sido el desgaste y la sudoración más líquido debemos tomar, no menos de 2 litros diarios de agua. Durante el día beberemos agua y durante el entrenamiento e inmediatamente después, lo más recomendable es que tomemos bebidas isotónicas para recuperar las sales minerales perdidas.

–          Complementos. Si llegamos a necesitarlos, podemos comer hígado de bacalao fermentado, magnesio, o vitamina C.

Debemos evitar el gluten y los polvos de proteína, si no estamos seguros de su calidad. En todo caso, siempre es recomendable que un nutricionista experto en deportistas vigile nuestra dieta. Además, es aconsejable que visitemos con regularidad a un masajista especializado en deporte para evitar la inflamación de nuestros músculos, tejidos y ligamentos y evitar así las tan temidas lesiones.

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