Un congelador bien surtido será nuestro aliado cuando tengamos visitas inesperadas, una semana estresante o no tengamos tiempo para ir a hacer la compra o cocinar. Pero no es suficiente con tenerlo lleno; también es importante aprender a utilizarlo bien para preservar la calidad de los alimentos.
Lo primero que tenemos saber es a qué temperatura debe estar el congelador, la mejor son -18°. A partir de esta temperatura hacia abajo los alimentos se mantienen más tiempo en mejor estado, ya que las bacterias tardan más en aparecer. Como veis es importante aprender a conservar bien los alimentos.
Carnes, aves y pescados
Al llegar a casa con la compra debemos sacar las carnes, aves y pescados frescos (es imprescindible congelar el pescado para evitar el anisakis) de sus envases originales, limpiar la grasa, vísceras, plumas y demás desperdicios, lavarlos, secarlos y separarlos en paquetes o recipientes distintos antes de guardarlos en el congelador. Lo más práctico es dividirlos en porciones pequeñas para una sola comida. De este modo, solo sacaremos lo que vayamos a necesitar y se congelará y descongelará más rápido. Debemos procurar utilizar bolsas de plástico herméticas, sacar todo el aire y anotar en ellas la fecha de congelación para que no se nos quede nada atrasado por descuido.
Verduras y hortalizas
Antes de congelar los vegetales tenemos que cocinarlos o escaldarlos (excepto el ajo y la cebolla). Si no tenemos tiempo de cocinar el plato deseado, podemos, simplemente, sumergir la verdura en agua hirviendo durante 2 minutos. Esto nos sirve para paralizar el proceso de deterioro y la aparición de bacterias de las verduras y hortalizas. Después, tendremos que escurrirla totalmente y enfriarla antes de guardarla en la bolsa de congelación y extraer el aire.
Platos preparados y otros alimentos
El recipiente adecuado para los alimentos preparados debe ser de plástico, que cierre bien. Para congelar huevos, debemos batirlos y meterlos en frascos de cristal. No es recomendable congelar patatas ni pastas, ya que las primeras se endurecen y las segundas se ablandan.
La descongelación
Una vez descongelado un alimento, no debemos volver a congelarlo si no queremos que pierda calidad. Para descongelar, es preferible sacarlo al menos con un día de antelación y colocarlo en la rejilla inferior del frigorífico. Así evitaremos que se deteriore por un cambio brusco de temperatura y evitaremos que pierda sus propiedades y su calidad. Si no tenemos más remedio que buscar un método rápido, podemos optar por colocarlo bajo el chorro del agua caliente, si lo vamos a consumir inmediatamente, o en el microondas seleccionando la opción adecuada.