Planificar el menú de la semana antes de ir a hacer la compra tiene dos recompensas: la primera, que comerás más sano y mejor; la segunda, ahorrarás, porque hacer la compra sin una lista te impulsa a comprar alimentos innecesarios y probablemente menos saludables.
La tarea de comer bien comienza mucho antes de sentarnos en la mesa delante del plato que vamos a saborear e, incluso, antes de empezar a cocinarlo. El punto de partida para una alimentación variada y saludable es nuestra lista de la compra. El estrés de vida que llevamos, los horarios laborales, las prisas y otros muchos factores externos influyen, sin duda, en nuestra forma de hacer la compra que, en muchas ocasiones, no es la adecuada.
Llenamos los carros de la compra hasta arriba de alimentos envasados y procesados con la intención de que nos duren mucho tiempo y no tener que volver a ir a comprar, cuando la clave para una alimentación sana es justo lo contrario: productos frescos y de temporada, que tienen un ciclo de vida más corto.
Este error nos crea un triple perjuicio: una compra menos saludable, más cara y que provoca más deshechos y desperdicios. La clave para superar esto es planificar con antelación un menú diario de comidas, eso hará que compres más sano, que ahorres dinero y que la cantidad de desperdicio alimentario sea menor, algo que también es importante. Nosotros te ofrecemos aquí tres ideas básicas que te permitirán comprar bien para comer mejor, sin que se resienta tu bolsillo.
– Hacer pequeñas compras, pero más frecuentes. Lo más fácil es hacer la compra una vez a la semana, pero, en la medida de los posible, es mejor hacer varias compras pequeñas durante la semana, así comprarás más productos frescos y de temporada, con los mejores precios.
– Imprescindible: la lista de la compra. Haz una lista de la compra antes de salir hacia el supermercado en base al menú diario que has planificado y, muy importante, no te la olvides en casa. Por supuesto, acuérdate de no ir a hacer la compra con hambre, así no te saldrás de la lista.
– Leer las etiquetas. Ir a la compra con prisas no es recomendable, porque entonces no pensamos qué estamos comprando. Hay que tener un mínimo de tiempo para pararnos a comprobar las etiquetas y tablas nutricionales de los alimentos. De esta forma, no sólo sabemos su composición nutricional, sino también su fecha de caducidad y cuánto tiempo podemos conservarlo en estado óptimo.
Ahora ya sabes, planifica tu menú semanal de comidas; intenta hacer varias compras pequeñas a la semana con productos variados, frescos y de temporada; no vayas a la compra con hambre para no caer en la tentación; haz la lista antes de salir de casa, para que te sea más fácil puedes utilizar el modelo de ‘Lista de la compra de Grupo IFA’ o descargarte nuestra aplicación móvil; y, sobre todo, no te la dejes olvidada encima de la mesa.