Si haces deporte te habrás dado cuenta ya de que los días que lo das todo, necesitas más energía, es decir mayor cantidad de alimentos. Mejor dicho, alimentos más calóricos.
El cuerpo humano es un motor que necesita combustible para funcionar. Cuanto más usemos dicho motor, más gasolina nos pedirá. Así de fácil.
La mantequilla de cacahuete es un buen ejemplo de esa “gasolina”. Porque además de tener un alto contenido energético, goza de gran número de propiedades beneficiosas para sacarle el máximo partido a cada entrenamiento.
Parece que todo lo que lleve la palabra “mantequilla delante” no puede ser sano, ¿verdad? Pues bien, te vamos a demostrar que no es así.
Grasa sí, pero de la buena.
Todos los frutos secos son grandes aliados de los deportistas, pero los cacahuetes suponen una opción ideal debido a su bajo precio y ¿para qué engañarnos? En formato mantequilla están buenísimos. Peto es que además la mantequilla de cacahuete es rica en grasas saludables monoinsaturadas y en proteínas. Lo cual la convierte en un alimento ideal para antes y para después del ejercicio, ya sea aeróbico o anaeróbico.
Te la recomendamos de corazón. Porque previene las enfermedades cardiovasculares combatiendo el colesterol malo (LDL). Además, su alto contenido en fibra te va a ayudar a hacer mejores digestiones y a que vayas al baño como un reloj. Así que, si tu objetivo es perder algo de peso, descubrirás que lejos de lo que cabría pensar, la mantequilla de cacahuete te va a ayudar a conseguirlo. Porque a su alto contenido en fibra se suma su alta capacidad saciante que evitará que el hambre te asalte entre comidas.
¿Cómo me la como?
Simplemente en un sándwich ya está increíble, pero también puedes usarla en batidos, tortitas, salsas, barritas energéticas, etc. Puedes extenderla hasta donde llegue tu imaginación, con la seguridad de que te va a ayudar a alcanzar tus metas.
Un secreto: si haces deporte podrás disfrutar de una alimentación sana, pero más energética. ¡A disfrutar de las dos cosas!