La palabra “matcha” significa té en polvo. El té matcha, procedente de Japón, es justo eso: té en polvo de las hojas de té verde molidas. A diferencia de otros tés, que se infusionan en agua, el matcha se agrega directamente al agua caliente, por lo que conserva mucho mejor sus propiedades. Hoy te hablamos de las cuatro propiedades principales del té matcha. Si aún no las conoces, toma nota. ¡Lee hasta al final para aprender a prepararlo en casa!
1. Gran poder antioxidante
El matcha es muy rico en flavonoides, presentes también en muchas frutas y verduras como los frutos rojos o el brócoli. Estos flavonoides lo convierten en una bebida antioxidante, que a su vez ayudan a aumentar las defensas. Es decir, que además de ser antioxidante, fortalece la inmunidad del cuerpo.
2. Rica fuente de aminoácidos
Los aminoácidos de este tipo producen una energía fruto de la dualidad L-teanina. Lo que hace la L-teanina es conseguir una relajación natural a la vez que aumenta la concentración. Puede ser una buena alternativa al café, ya que funciona como contrapeso de la cafeína y no produce el estrés que puede derivarse de otras bebidas energéticas.
3. Ayuda a regular el peso
Al tratarse de un té verde, ayuda a depurar el cuerpo. Esto, sumado a que es un acelerador metabólico, lo convierte en una ayuda natural a la hora de quemar calorías a lo largo del día.
4. Controla el colesterol
Gracias a las propiedades antioxidantes, el té matcha ayuda a eliminar el exceso de grasa en las arterias. Esto se traduce en una ayuda para controlar el colesterol.
Y ahora, ¿preparamos té matcha en casa?
La preparación del té matcha necesita algunos utensilios especiales: un cuenco de cerámica, una cucharilla medidora y un agitador de bambú. No es necesario que tengas todo esto en casa. Con un cuenco y una espátula de madera es suficiente.
En el cuenco o taza de base ancha, añade una cucharadita de té en polvo (dos gramos). Agrega agua caliente, solo un poco, y mezcla con el agitador de bambú hasta que se disuelva (o con la espátula de madera). Quedará un dedo de agua de color verde intenso. Después, rellena tu taza de agua caliente o de leche caliente y vuelve a batir con el agitador para formar espuma y obtener una bebida cremosa.
¡Ahora solo queda probarlo! Alertamos de que tiene un sabor mucho más intenso que otros tipos de té. Si lo combinas bien con la espuma de la leche o del agua, te encantará.