La alcachofa, la odias o la amas

La alcachofa, la odias o la amas | HCMN

No hay término medio, te apasiona o la aborreces. Unos la consideran una delicia y otros se preguntan a quién se le ocurrió que este cardo era comestible. Así es la alcachofa. Si eres de los primeros no te pierdas este post, descubrirás todo sobre la alcachofa. Y si eres de los segundos, sigue leyendo… quizá descubras que, en realidad, sí te gusta la alcachofa.

Origen de la alcachofa

Una vez más, nos llega del norte de África una delicia gastronómica. Al igual que el hummus, el cuscús y un sinfín de platos, la alcachofa tiene su origen en nuestros vecinos del sur. Aunque parece que los griegos y los romanos ya gozaban de manjar. De hecho, existe un mito griego. Zeus se enamoró de la doncella Cynara (nombre científico de la alcachofa) y la convirtió en diosa. Pero ella no se sentía bien en Olympo porque echaba de menos a su familia y decidió regresar a la tierra. Zeus se enfadó y la convirtió en la primera alcachofa.

A través del comercio del mar Mediterráneo, la alcachofa se introdujo en Europa desde España e Italia en la Edad Media. Extendiéndose su cultivo y mejorando su sabor. Más tarde fue llevada a América. Donde se cultiva en la actualidad en California, México, Perú, Chile, Argentina, entre otros lugares con clima templado.

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Propiedades de la alcachofa

Su mayor virtud es la cinarina, es la responsable de su acción depurativa ayudando al hígado a eliminar el colesterol y el exceso de grasas. Es una gran fuente de calcio y fósforo, además de otros minerales como hierro, magnesio, potasio y zinc. Destaca por su alto contenido en vitamina B1. También tiene, aunque en menor medida, otras vitaminas del grupo B y vitamina C. Es rica en fibra y ácido fólico, que favorecen la regulación intestinal y regeneración celular.

¿Cómo se cocina la alcachofa?

Es posible que siempre hayas visto o comido la alcachofa en conserva y te cueste imaginar qué plato cocinar con una alcachofa fresca. Antes de nada, sumérgelas en agua fría con un ramito de perejil fresco y un chorrito de limón, previamente arranca las hojas exteriores más secas. De este modo, evitarás que se pongan negras. Es un alimento que no requiere de una gran elaboración. Coge lápiz y papel, ¡te damos algunas ideas!

La alcachofa, la odias o la amas | HCMN

  • Alcachofas al vinagre balsámico de Módena. Es tan sencillo como hervirlas, escurrirlas bien, colocarlas en una fuente enteras boca a arriba y servirlas templadas rociándolas con un buen chorretón de vinagre balsámico de Módena. Esto acepta multitud de acompañamientos fríos o puedes preparar una ensalada templada con alcachofas.
  • Alcachofas con jamón. Introdúcelas en un recipiente para horno con un poco de agua, ajo, laurel y aceite de oliva. Déjalas cocer en el horno durante unos 45 minutos y un poco antes de apagarlo, echa el jamón serrano en dados. Al servirlas salpimienta al gusto.
  • Alcachofas rellenas de carne. Es una variante del plato anterior. Solo tienes que cambiar los dados de jamón por carne picada aliñada a tu gusto.
  • Estofado de verduras con carne. Son el alimento perfecto como ingrediente principal de un estofado de verduras. Aunque la alcachofa también puede ser un ingrediente más en cualquier guiso o en sopas y cremas.

¿A que ahora resultan más apetecibles, si cabe? Con estas ideas ya puedes empezar a disfrutar de este manjar digno de los dioses.

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  • Enviado por Anónimo el 21 Nov 2018, 22:34

    A mi la consideró fantástica muy Rica, y saludable para, el organismo, y se puede mezclar con muchas cosas pescado carne y mariscos.

    • Enviado por GrupoIFA el 28 Nov 2018, 16:51

      ¡Claro que sí! Gracias por tu comentario.