Los amantes de Teruel son una de las parejas más conocidas de la historia de España por medio de las bodas de Isabel Segura. Y es que, aunque popularmente se conocen como dos pobres tontos, lo que muchos no saben es que tras el refrán se encuentra una historia de amor digna de la pluma de Shakespeare.
Corría el año 1.217, cuando el joven Diego de Marcilla, convertido en un hombre rico y famoso por salir victorioso de todas sus batallas, llegó a Teruel por la cuesta de Antaquilla. Mientras galopaba con su caballo, anhelando un deseado reencuentro, escuchó campanas de boda. Entonces piensa en ella. En la mujer que le hizo embarcarse en todas las batallas, y le hizo marchar de la villa de Teruel para poder hacerse rico y desposarla. Isabel Segura.
Esta, hija de una importante y rica familia, correspondía con el mismo amor a Diego desde niña. Pero su padre no le permitía desposarse con él, ya que era el segundo de una familia más humilde que la suya. Sin embargo, como muestra de su amor por su hija, le permitió irse cinco años. Y si volvía con riquezas de la guerra, podría casarse con ella.
Pero justo en el momento en el que el señor de Marcilla llega a la plaza de la villa, descubre que las campanas de boda son para su amada Isabel Segura, que acaba de desposarse con otro hombre. Abatido por el acontecimiento, Diego acude al balcón donde está Isabel y le pide que le dé un beso. Sin embargo, esta le dice que ya no le pertenece, ya que se ha desposado a otro hombre. Y le niega el beso. En ese momento, Diego se desploma y muere.
Al día siguiente, en la villa retumban campanas. Esta vez de funeral. Entre la muchedumbre aparece una mujer velada. Es Isabel, que vestida de luto se acerca al cuerpo de Diego y le da el beso que le negó en vida. En ese momento, ella muere también.
Los habitantes de Teruel se dan cuenta de que los dos han muerto de amor. Y el padre de Isabel Segura, decide enterrarlos juntos, al impedírselo en vida.
Y es precisamente el anuncio de la boda de Isabel y el funeral de Diego lo que abre la gran fiesta de “Las bodas de Isabel Segura” en Teruel.
La gran fiesta a las bodas de Isabel Segura, producto de un sueño
780 años después, en el año 1997, Raquel Esteban, profesora de educación artística, piensa que tiene que hacer algo por Teruel. Y, como ella misma cuenta, soñó con celebrar las bodas de Isabel Segura. Y así fue.
Ese mismo año, el fin de semana más cercano a San Valentín, se celebraron las primeras bodas de Isabel Segura. Tan sólo 30 personas participaron en la fiesta. 20 años después, toda la población de Teruel participa en este acontecimiento, convertido ya en fiesta de Interés Turístico Nacional. Son más de 15.000 personas las que colaboran en la ambientación de la ciudad, de los cuales 120 son actores que interpretan funciones sin ánimo de lucro. Todo preparado para celebrar una fiesta llena de talleres, mercados, y ambiente medieval, en honor a los amantes más importantes de España. Y es que cuando suenan las campanas, Teruel se viste de amor medieval.
La fiesta comienza el jueves a las 9 de la noche, cuando vuelven a tocar las campanas que anuncian las Bodas de Isabel Segura y la muerte de Diego de Marcilla.
¿Qué puedes revivir en las bodas de Isabel Segura 800 años después?
El jueves, los actores comienzan a interpretar diferentes escenas de la vida de Isabel y Diego. Su niñez. El momento en el que se enamoran. La espera de la joven que ve a su amado partir y, rota de dolor, espera día tras día ver a su caballo volver. Al día siguiente es momento de celebrar la boda y el regreso de Diego, acompañado con la petición del beso que hizo perder la vida a este.
Y por último, el domingo, en el mismo lugar donde sucedió, se celebra el funeral y la muerte de Isabel Segura recreando el beso que mató de amor a la joven.
Los amantes de Teruel se convirtieron en el símbolo del amor imposible. Muestra de ello se puede ver en el mausoleo donde están esculpidas sus tumbas.
La escultura de mármol muestra a un hombre y una mujer cuyas manos se rozan pero no llegan a tocarse simbolizando el amor imposible. Sin embargo, a pesar de ser un acontecimiento que consternó a la población de la ciudad aragonesa, en la actualidad es uno de los eventos más conocidos y recomendados en nuestro país. Un fin de semana lleno de fiesta, tradición y mucho amor.