Hay alimentos que comíamos de niños y que hoy en día ya no se cocinan como, por ejemplo, los filetes de hígado. Al mismo tiempo, se han introducido otros nuevos en nuestra dieta como el brócoli o el romanescu. Veni, vidi y vici. Esta hortaliza llegó, vio y venció cual emperador romano. Es sabrosa, gusta a mayores y niños y ofrece multitud de beneficios para la salud. ¡Te descubrimos todos los secretos del brócoli!
Origen del brócoli
Parece que el origen del brócoli se sitúa en lo que hoy en día es Siria y Líbano. Durante el Imperio Romano llegó a la península itálica, se extendió su cultivó y llegó a ser muy popular. No fue hasta mediados del siglo XX cuando llegó a Europa. Los primeros europeos en cultivarlo fueron los celtas y los sajones. A España llegó alrededor del año 1970. Hoy en día su cultivo se extiende por todo el mundo llegando a lugares tan remotos como Japón o Estados Unidos (el mayor productor a nivel mundial actualmente).
Propiedades del brócoli
El brócoli tiene un aporte energético notablemente bajo, unas 28 kcal por cada 100 g. Su contenido en agua es altísimo, un 90 %. No tiene apenas grasa ni hidratos de carbono. Sin embargo, tiene importantes cualidades nutricionales. Ya que, su contenido en minerales y vitaminas es muy alto.
Entre los minerales que ofrece destaca el potasio. Además, también tiene cantidades significativas de calcio, fósforo, magnesio, hierro y cinc. En cuanto a las vitaminas contiene cantidades importantes de casi todas, excepto de la B12. Destaca la vitamina C y la A, seguidas de B1, B2 y B6.
Todos estos nutrientes te ayudarán a mantener un óptimo estado cardiosaludable. Por su bajo contenido en grasas y azúcares, se recomienda en las dietas de las personas diabéticas o con problemas de sobrepeso. Se le atribuyen propiedades anticancerígenas por su contenido en vitamina A y unas sustancias denominadas fitoquímicas. Te ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico, previene el estreñimiento y la anemia, fortalece los huesos y tiene un gran poder depurativo.
El brócoli en la cocina
Lo primero de todo es elegir un buen ejemplar de brócoli. Fíjate en que sus racimos sean pequeños y estén compactos y con el tallo firme. Si tiene las flores abiertas o amarillentas o esta blando es porque no está fresco.
Se puede cocinar de diversas formas o incluir en multitud de platos. Nuestro consejo es que no lo cocines durante mucho tiempo si quieres conservar sus propiedades. ¡Te damos algunas ideas para incluir el brócoli en tu dieta!
- Brócoli cocido. Hervido y aliñado en el plato con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, vinagre o limón y una pizca de pimienta es la mejor opción si quieres disfrutar de su particular sabor. Aunque también lo puedes cocer con patatas, nabos o zanahorias.
- Brócoli al vapor. Cocinado al vapor de forma que quede crujiente es un ingrediente perfecto para las ensaladas.
- Crema o sopa con brócoli. Como un ingrediente más en las cremas combina con calabaza, calabacín, patatas, boniatos y zanahorias. En las sopas de verdura o pollo dará un toque especial al plato.
- Salteados con brócoli. Añade brócoli a tus salteados de verdura, conseguirás un sabor más intenso y servirá para acompañar arroces, pastas, carnes o pescados.
Ya no tienes excusas para no introducir el brócoli en tu dieta: sabroso, con grandes beneficios para tu salud y fácil de cocinar.