Con la primavera llegan los colores, también las fruterías se inundan de las tonalidades que traen consigo las frutas de esta temporada: nísperos, albaricoques, cerezas, fresas… y ciruelas, nuestras grandes aliadas contra el estreñimiento. Pero no solo nos ofrecen estas propiedades, porque traen consigo muchas más. ¡Descúbrelas!
Una de las frutas más sabrosas, dulces y con mayores propiedades para nuestra salud es la ciruela. Su origen está situado en la zona de Irak y Turquía, aunque en la actualidad se produce en algunos países suramericanos, EEUU, Sudáfrica y, dentro de España; Aragón, Lérida, la costa mediterránea y Sevilla son las zonas de mayor producción. Pertenecen a la familia de las rosáceas, al igual que las peras, las manzanas, los melocotones, las fresas, entre otras frutas, y … ¡las rosas!
Nutrientes de la ciruela
La ciruela tiene una variedad de nutrientes tan rica que es una de las frutas más completas de la temporada. El principal nutriente que la ciruela nos aporta es la fibra alimentaria. También tiene un alto contenido en vitamina C, además de tener vitamina A, E y K, potasio, calcio, hierro, magnesio y sorbitol.
Beneficios de la ciruela
Al igual que el kiwi, gracias a su alto contenido en fibra, destaca su cualidad como laxante y, en general, es buena para facilitar las funciones del sistema gastrointestinal. Con lo que, si sufrimos estreñimiento, es aconsejable que las incluyamos en nuestra dieta. Cuando suframos un episodio severo, más de tres días sin evacuar, podemos consumir ciruelas pasas, ya que sus cualidades se multiplican. Además, también puede ser útil para combatir la retención de líquidos.
La ciruela tiene un gran poder energizante y funciona como antioxidante gracias a sus vitaminas, que le permiten ser una buena ayuda en los procesos infecciosos. En el caso de las mujeres que estén viviendo la menopausia, incluir ciruelas en su alimentación puede resultarles útil a la hora de retener estrógenos, que es la hormona que favorece la absorción del calcio necesario para el fortalecimiento de sistema óseo.
Tanto si la consumimos cruda, como si la utilizamos en la cocina o para repostería, su sabor, jugosidad y propiedades se mantienen intactos.