La miel es uno de los alimentos más antiguos consumidos por el ser humano, y también uno de los primeros ingredientes de cocina cuyo uso nos ha llegado hasta nuestros días. Su origen exacto no está claro, pero sí sabemos que ya era muy apreciada en la Antigüedad por su sabor y su valor medicinal. Hoy disponemos de distintos tipos de miel que podemos utilizar en multitud de recetas, tanto dulces como saladas. No te pierdas estas 7 ideas para usar la miel en la cocina y aprovechar todas sus propiedades.
La miel y sus diferentes variedades
Son las abejas las que elaboran la miel a partir del néctar que ellas mismas recogen de las diferentes flores de su entorno, por tanto estamos ante un producto único y totalmente natural. Los apicultores cuidan de los panales donde las obreras almacenan la miel a lo largo de todo el año. Dependiendo del origen del néctar se distingue entre miel de flores y miel de rocío, y cada una produce variedades distintas..
La miel de flores procede de arbustos y otras plantas campestres, destacando las de brezo, tomillo, tilo, romero y frutales como el naranjo. Es la más apreciada, tiene un color dorado que puede variar desde el ámbar transparente hasta el caramelo oscuro, y su textura es densa pero fluida. La miel de rocío se obtiene de abetos y es más espesa, con aromas más tostados y menos dulces.
Propiedades y beneficios de la miel
La miel ha sido siempre muy valorada por su uso culinario, pero también por su valor medicinal y como remedio para todo tipo de dolencias. Entre las propiedades de la miel destaca su valor nutritivo, es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, y además es muy digestiva. También es una gran fuente de energía, por lo que está especialmente recomendada para deportistas y épocas de especial esfuerzo intelectual.
Destaca asimismo en su capacidad de aliviar síntomas de resfriados, ayuda a mitigar la tos, suaviza la garganta y protege el corazón. Es beneficiosa para la piel y cicatrizante, y se usa en la elaboración de compuestos para suavizar la cara y las manos. Por si fuera poco, es un relajante natural contra el estrés y facilita el sueño, sobre todo mezclada con bebidas calientes.
¿Cómo usar la miel en la cocina? Trucos y consejos
Una buena manera de aprovechar las propiedades de la miel es utilizarla en recetas de cocina. Su uso se remonta a muchos siglos atrás y forma parte del recetario tradicional de regiones como Extremadura, tanto en dulce como en salado. Podemos usar cualquier tipo y jugar con los matices de las distintas variedades. Las de color claro son más suaves y equilibradas, y las mieles más oscuras son excelentes para platos más contundentes, como asados de carne.
Es el complemento perfecto para postres como las torrijas, helados o batidos, y resulta ideal para rellenar pasteles. También puede sustituir el azúcar y añade textura, brillo y sabor, potenciando los aromas de salsas y creando deliciosos contrastes con las especias. Los platos con miel son más sensibles al calor, por lo que conviene reducir la temperatura a la hora de cocinar.
7 ideas para animarte a usar la miel en la cocina
1.- Jamón asado a la gallega. Un plato típico de Galicia con el que darnos un homenaje en casa. La carne del jamón queda jugosa y tierna, creando un contraste delicioso con la piel dorada y confitada gracias al toque de salmuera, salsa de soja y miel. Un poco de romero fresco termina de redondear una receta de lo más festiva.
2.- Solomillo de ternera con demiglacé de manzanas y miel. Al asar la carne conseguimos que quede en su punto por dentro antes de marcarla en la sartén. La exquisita salsa demiglacé con la que se acompaña la preparamos a partir de los jugos del asado, vino y verduras, y podemos enriquecerla aún más añadiendo miel, que además combina muy bien con las manzanas.
3.- Verduras asadas a la miel. Las verduras de temporada ganan mucho en sabor si se asan antes de pasarlas por la parrilla. Las podemos cocinar con un buen chorro de miel para que queden jugosas y aromáticas, añadiendo antes de servir otra ración de miel al gusto sobre el queso de cabra gratinado que remata el plato.
4.- Brochetas de pollo al curry con higos y emulsión de mango y miel. Por sus cualidades dulces, la miel combina muy bien con cualquier fruta y ayudará a suavizar salsas aromáticas con el curry que acompaña estas exóticas brochetas de pollo. Simplemente reemplaza con ella el azúcar de la receta y glasea con otro poco de miel la carne antes de servir.
5.- Helado de miel y romero. Las hierbas aromáticas mediterráneas como el tomillo y el romero hacen una gran pareja con la miel, en dulce y en salado. Esta receta de helado de miel aprovecha ese equilibrio para conseguir un postre refrescante y equilibrado, lleno de matices golosos pero sin llegar a ser demasiado dulzón.
6.- Leche frita con crema de toffee y miel. Uno de los postres más tradicionales se viste de gala con un acompañamiento de crema de toffee casera, que podemos rematar con un toque de miel. Puedes bañar la masa frita con miel o jugar en la presentación combinando la crema de caramelo y la miel alrededor, combinándola con las grosellas y las hojas de menta.
7.- Tarta de queso y arándanos con cobertura de miel. ¿A quién no le gusta la tarta de queso? En esta versión de la clásica receta añadimos los típicos arándanos directamente a la masa, así que podemos dar el acabado final del postre con un glaseado de miel. Elige una oscura y aromática para conseguir un contraste de color llamativo y sorprender en la mesa.
Anímate a sacarle todo el partido a la miel en la cocina con estas ideas y consejos para preparar deliciosas recetas dulces y saladas. ¿Cuál es tu miel favorita?