Como cada año y según se acerca el mes de agosto, una fecha marcada en rojo (como no podía ser de otra manera) destaca en la agenda de momentos especiales y hace que la mirada de propios y extraños se fije en la localidad valenciana de Buñol. Porque desde hace años, este pequeño municipio del centro de la provincia de Valencia acoge el último miércoles de agosto la Tomatina de Buñol, tal vez una de las batallas más divertidas y de la que hoy os damos las principales claves para que podáis disfrutarla y sacarle todo el jugo.
Como sucede con muchas otras celebraciones populares, el origen exacto de la Tomatina de Buñol se difumina en la neblina del tiempo y existen varias interpretaciones que apuntan al posible nacimiento de este lúdico festejo que consigue triplicar los cerca de 10.000 habitantes con los que cuenta habitualmente el municipio.
Algunos historiadores afirman que el origen de la Tomatina podría encontrarse en la broma que unos jóvenes buñolenses le gastaron a un músico poco afinado al ‘premiar’ su actuación lanzándole tomates de un puesto cercano, lo que terminó en una espontánea batalla a tomatazos al sumarse el resto de personas que se encontraban en la plaza del pueblo. Por el contrario, otras fuentes encuentran paralelismos con el Cipotegato de la zaragozana localidad de Tarazona y, por último, la que tal vez sea la versión más fiable, afirma que todo comenzó en 1945 cuando una pelea durante la fiesta de ‘Gigantes y Cabezudos’ terminó a tomatazo limpio hasta que la policía tuvo que mediar entre los contendientes.
Sea como fuere y tras pasar por diferentes periodos de prohibición por parte de las autoridades, hubo que esperar hasta 1959 para que la Tomatina fuese de nuevo oficial, aunque no fue hasta la década de los 80 cuando el Ayuntamiento de Buñol tomó la responsabilidad de organizar la fiesta. Finalmente, en 2002 la Tomatina de Buñol fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional debido a la gran cantidad de participantes, tanto españoles como extranjeros.
Cómo disfrutar de la Tomatina de Buñol
Desde el año 2013 y con el objetivo de evitar aglomeraciones, el Ayuntamiento de Buñol decidió limitar el aforo de la Tomatina a 20.000 participantes, de los que una gran parte deben adquirir su correspondiente entrada a través de un distribuidor oficial.
Además, la fiesta cuenta con una serie de reglas que permiten garantizar la seguridad de los participantes y que buscan además preservar la Tomatina como una celebración divertida y sin incidentes a pesar de su origen como batalla.
- La única munición permitida son los tomates, con lo que no se deben lanzar botellas o cualquier otro tipo de objeto que pueda provocar daños.
- Los tomates deben ser aplastados antes de su lanzamiento para evitar causar daños al resto de participantes.
- La finalización de la contienda la señaliza el lanzamiento de dos carcasas pirotécnicas.
- Se recomienda el uso de gafas protectoras y guantes, al mismo tiempo que se recuerda que no debe romperse las camisetas de otros ‘contendientes’.
- A pesar del fragor de la batalla, es especialmente importante el tener cuidado con los camiones que transportan los tomates.
Fuentes: Ayuntamiento de Buñol