¿Sabías que el aceite usado se puede convertir en jabón? Recicla tu aceite y aprende a hacer jabón casero. Podrás ahorrar dinero, reutilizar recursos y confeccionar jabón con tu toque personal.
Ventajas de elaborar jabón:
La primera es el ahorro de dinero, por un lado, y de envases de plástico, por otro. Elaborando tu propio jabón ahorrarás en tu bolsillo al eliminar uno de los imprescindibles en la lista de la compra, el jabón. Además, reducirás tu consumo de plástico. La mayoría de los jabones de manos y geles se presentan en formatos de plástico de un solo uso.
Es importante destacar el valor de reciclaje que tiene esta práctica. Aunque hay varias fórmulas, la más común es elaborarlo con aceite vegetal usado. De esta forma le damos una segunda vida al aceite y evitamos la contaminación del agua cuando se desecha por el desagüe, cosa que no se debe hacer nunca. Siempre es mejor guardarlo en una botella para reutilizarlo en la elaboración de jabón en este caso, o para destinarlo al contenedor de aceite.
Por último, el toque personal que puedes darle, desde el olor hasta su color.
Nuestra receta de jabón:
Lo más importante que vas a necesitar es un kilo de aceite vegetal. Para ello requiere que previamente hayas guardado aceite usado en un recipiente de tu cocina.
Además del aceite, vas a necesitar unos 40 centilitros de agua y 150 gramos (g) de sosa cáustica. También necesitaremos 30 mililitros de aceite esencial de bergamota que servirá para endurecer la mezcla. Si quieres customizarlo y darle color y olor, necesitarás un pigmento del color a elegir y otros ingredientes como lavanda, miel, aloe vera o el toque que quieras darle.
Otros utensilios necesarios serán: guantes, gafas y mascarilla para protegerte de la sosa, que es muy corrosiva y no debe entrar en contacto con la piel. Por otro lado: moldes, batidora y espátula para manejar la mezcla.
Los pasos a seguir:
Lo primero: ponte los guantes, las gafas, la mascarilla el delantal y asegúrate de que estás en un lugar bien ventilado. Después, echa la sosa al agua (nunca la revés). Remueve con una varilla hasta alcanzar una temperatura de unos 80 grados (puedes utilizar un termómetro para ser más preciso).
En otro recipiente echa el aceite de oliva (o mezcla de aceites: aceite de oliva y de coco, por ejemplo, depende del toque quieras darle) y calienta al baño maría hasta que esté a unos 40 grados.
Mezcla la sosa y el agua sobre el aceite y bate con la batidora. Añade el colorante y sigue batiendo hasta que quede una textura cremosa. Ahora añadimos el aceite esencial de bergamota y removemos de nuevo, esta vez a mano.
Vierte la mezcla en los moldes y deja reposar de 24 a 48 horas. Cuando haya pasado ese tiempo ya puedes desmoldar tu experimento y obtener tus propias pastillas de jabón casero.
Por último, deja un mes para secar y saponificar (el proceso químico necesario para que la mezcla grasa se convierta en jabón) y poder usarlos.
¿Habías hecho ya antes jabón casero?
Me gustó. Voy a intentar hacerlo.