Como bien sabrás, tener un sueño de mala calidad o dormir poco tiene efectos negativos en la salud. Y es que el sueño es necesario para la vida y para restaurar nuestro organismo. Haber descansado bien tras una noche de sueño reparador se traduce en una sensación de recuperación.
¿Qué es un sueño reparador?
El hecho de que un sueño sea reparador tiene más que ver con el cerebro que con el cuerpo. Eso es porque el estado de vigilia solo es suficiente para restaurar el cuerpo, pero no es suficiente para cubrir la necesidad del sueño. Es el sueño REM, rapid eye movements, el que ya sí que reorganiza todos los sistemas involucrados en la restauración de energía, la atención y la memoria.
Lo ideal y lo que recomiendan los expertos es dormir por la noche entre 8h y 9.5h, aunque cierto es que cada persona tiene unas necesidades diferentes y cada individuo debe dormir las horas que sean necesarias y suficientes como para estar bien al día siguiente, tener una buena capacidad de concentración, buena memoria y buen humor.
Causas de un sueño de mala calidad
Son muchas las causas que podemos encontrar por las que no poder conciliar el sueño y tener, por tanto, un sueño reparador. Unos horarios irregulares e inapropiados, el estrés o los problemas económicos o familiares son los principales causantes de tener un sueño de mala calidad. Pero también tenemos que señalar el uso abusivo de las nuevas tecnologías que hacen que vayas a dormir más tarde de los habitual, lo que supone una irregularidad en el sueño que provocará dificultades para conciliar el sueño, así como alteraciones en el mismo.
El uso de las nuevas tecnologías supone toda clase de actividades excitantes a la hora de irse a dormir, como el uso de internet, el móvil, los videojuegos o la televisión. Todo ello hace que se reduzcan nuestras horas de sueño, lo que llega a ser preocupante sobre todo en el caso de niños y adolescentes.
Las claves para lograr un sueño reparador
Toma nota de todo aquello que tienes que tener en cuenta si quieres lograr tener un sueño reparador y de calidad.
- La cama deber ser utilizada única y exclusivamente para dormir y descansar, evita por tanto actividades como comer, ver la televisión o leer las noticias en la cama.
- Trata de mantener siempre un horario constante y estable de sueño. Ve a dormir y despiértate siempre a la misma hora, sin alargar las horas de sueño durante los fines de semana. Así envías al cerebro una señal para avisarle de que es el momento de dormir.
- Practicar ejercicio físico a diario siempre ayuda a conciliar el sueño.
- Procura crear un ambiente confortable en la habitación en la que duermes, sin ruido y con una temperatura agradable y constante.
- Mantén unos horarios de comida regulares y cuida las cantidades. Procura espaciar el tiempo entre la cena e irte a dormir y así dejarás al aparato digestivo hacer bien su tarea.
- No consumas bebidas estimulantes antes de ir a dormir, evita la cafeína y la teína.
- Evita las siestas durante el día para llegar a la noche más cansado y con más sueño
- Y, por último, deja los problemas fuera de la habitación, crea un clima de relajación y despeja tu mente de cualquier pensamiento.