Cuatro secretos de los buñuelos en fallas

Cuatro secretos de los buñuelos en fallas | HCMN

De las fallas de Valencia nos quedamos con muchos momentos: las mascletás (por supuesto) las bandas de música, las propias fallas, el ambiente de la calle y, como no, ¡con sus buñuelos! ¿Qué tendrá este pequeño manjar que, a pesar de su olor a aceite frito, nos vuelve locos? Durante el mes de marzo se exhiben ante medio mundo en pastelerías y puestos ambulantes, compartiendo protagonismo con la horchata y los fartons. Te contamos los cuatro secretos de los buñuelos.

A diferencia de otras tradiciones gastronómicas que evolucionan y se adaptan a tendencias nuevas, la receta de los buñuelos sigue intacta. Con tan solo cinco ingredientes básicos (levadura, harina, agua, aceite y sal) el resultado es crujiente y dulce. Pero, como todo, tiene sus trucos.

El secreto de su sabor:

 

La harina de trigo ha de ser de calidad. Es el ingrediente principal de la masa de los buñuelos, por lo que cuanto mejor sea, más ricos saldrán. Para conseguir que quede bien ligada al resto de ingredientes hay que disolver la levadura en agua tibia. Tras disolverla, se mezcla en un bol con la harina, añadiéndola poco a poco hasta que la masa no pida más.

El secreto de su autenticidad:

 

Por todos es sabido que todo lo que se haga a mano y con cariño triplica su valor. La mezcla que hemos conseguido en el paso anterior, hay que trabajarla con la mano y conseguir que no quede ningún grumo. Amasar los buñuelos a mano es un paso es clave.

Cuatro secretos de los buñuelos en fallas | HCMN

El secreto de su textura:

 

Una vez que no haya quedado ningún grumo, se tapa el bol de la masa con una tela y se deja un tiempo de reposo, como mínimo una hora. Deberá estar en un lugar cálido hasta que coja el doble de volumen. Durante este tiempo la levadura crecerá de forma natural y, como resultado, tendremos unos buñuelos esponjosos.

El secreto de su color:

 

Antes de freírlos se hacen bolas con la masa y se forma un agujero en medio, de nuevo con las manos. Después, preparamos aceite limpio y caliente. En este paso hay que estar muy pendientes del color que va cogiendo el buñuelo en el aceite. Vuelta y vuelta y, cuando se dore, se saca para que conseguir la textura óptima. Se deja secar en papel absorbente de cocina y… ¡listo para degustar!

Cuatro secretos de los buñuelos en fallas | HCMN

No nos hemos olvidado de los buñuelos de calabaza. Y es que el buñuelo valenciano es de dos tipos. El de la ciudad es sin calabaza. La calabaza se introdujo en los pueblos de l’ Horta, donde abundan por estas fechas frutas como la calabaza. En fallas, podremos ver ambos, incluso otras variedades.

¿Preparados para comenzar el mes de fallas y buñuelos?

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