Es uno de los vegetales más utilizados en la cocina francesa y viene de la familia de la lechuga y la escarola. A pesar de ser una gran desconocida dentro de la gastronomía de nuestro país, lo cierto es que las endivias son una auténtica fuente de salud.
Como curiosidad, te contaremos que este vegetal también puede ser escrito con “v”. De tal manera que la palabra “endivias” es totalmente correcta, aprobada por la RAE.
Este vegetal, con un sabor muy peculiar, contiene una amplia variedad de propiedades beneficiosas para nuestra salud. Por ello queremos que descubras todo sobre esa rica verdura, incluso sobre sus remotos orígenes.
Una verdura con historia
Puede parecerte increíble, pero los egipcios ya comían endivias. Tanto ellos, como los griegos y los romanos incluyeron este vegetal en su alimentación, ya que es originario del Mediterráneo. Muchos investigadores comparten la teoría de que las endivias se consumía de manera silvestre. Es decir, de forma parecida a lo que podía ocurrir antes con los espárragos trigueros. Se iba a buscarlos al campo y se cortaban los que se encontraban para comerlos, pero no se cultivaban.
Con el comienzo del siglo XIX, llegó la endibia que aún seguimos consumiendo hoy en día. Cuenta la leyenda que “surgió” en Bruselas. Al parecer un trabajador del Jardín Botánico de la capital belga observó que las raíces de una de las plantas que había, la achicoria, se iba transformando en unos brotes muy tiernos y blancos. De esta manera, las endivias empezaron a cultivarse y comerse en Bélgica. Pronto sus vecinos galos decidieron probar ese maravilloso vegetal y, de esta manera, las endibias se convirtieron en uno de los ingredientes clave de su cocina, siendo las endibias gratinadas uno de los platos más populares tanto en los restaurantes como en los hogares franceses.
Endivias, sinónimo de bienestar
Parece que este delicioso vegetal no tiene demasiados fans. Sobre todo entre los más pequeños, debido a su sabor amargo. Tal como decíamos antes, la endibia está muy cerca de la achicoria. Planta que durante las épocas de escasez ha funcionado como sustituto del café una vez secado y tostado. La endibia, además, tiene un sabor refrescante por eso queda fenomenal tanto combinada con frutas o pollo, en ensalada, como sazonadas con un rica salsa al roquefort.
Las endibias tienen muy poquitas calorías. Sin embargo, contienen una alta concentración de fibra, lo que unido a su gran cantidad de agua las convierten en una de las mejores aliadas de nuestro sistema digestivo. Este vegetal también ayuda a nuestra piel, a nuestra vista y también a nuestras defensas, debido a la alta cantidad de provitamina A y vitamina C que podemos encontrar en él.
Ya lo sabes: ¡Este invierno déjate conquistar por las deliciosas endivias!