Las Fallas de Valencia, la gran fiesta del fuego

No está claro cuál es el origen de las Fallas, existen varias teorías. La más difundida dice que provienen de la vieja costumbre de los carpinteros que festejaban a su patrón San José (19 de marzo) con hogueras en las que quemaban los trastos viejos y los restos de sus carpinterías, valiéndose de un palo largo a modo de candil llamado parot. Aquella práctica fue evolucionando, empezando por vestir al parot con ropas viejas creando personajes de su entorno hasta los actuales ninots que arden en la Cremà. Hoy os invitamos a conocer un poco mejor las Fallas de Valencia, la gran fiesta del fuego.

No falta quien cree que su germen está en los antiguos rituales que celebraban el equinocio de primavera. Como tantas otras fiestas paganas, la Iglesia Católica sintiéndose incapaz de erradicarla, la convirtió al cristianismo celebrando el día de San José. Incluso así, durante el siglo XIX hubo ocasiones en las que las Fallas estuvieron prohibidas por su carácter satírico dirigido hacia las autoridades del momento.

Las Fallas de Valencia en la actualidad

Hoy en día son unas fiestas conocidas a nivel internacional por su espectacularidad y la desmesura de sus fuegos. Sus habitantes y el millón de visitantes bailan al son de la música de las bandas entre el estruendo de las mascletàs. Durante el día, el atractivo está en visitar la Exposición del Ninot en el Museu de les Ciències Príncipe Felipe para ver los monumentos de hasta 25 metros de altura, que satirizan la actualidad política. Solo uno de ellos es indultado, salvándose del fuego para formar parte del Museo Fallero. El resto arden por la noche en la Cremà inundando toda Valencia con el olor de la pólvora.

Dentro de la programación de las Fallas también se puede asistir a la Cabalgata del Reino, a corridas de toros, a la Ofrenda de flores a la Virgen o la colorista Nit del Foc (castillo de fuegos artificiales en la noche previa a la Cremà), entre otros eventos. A lo largo del día y de la noche hay múltiples actividades para todos los públicos, adulto e infantil. Además, si el tiempo acompaña y suele hacerlo, se puede degustar la típica paella valenciana en una terraza al sol.