La edición 2015 de la Feria de Málaga ya está en marcha. Desde la noche del pasado viernes, 14 de agosto, en las calles de la capital de la Costa del Sol el calor y los turistas han dejado sitio a la alegría, el deporte, los toros, el buen ambiente, la cultura y la tradición asociadas a la que ya es la gran fiesta del verano del litoral español. Hoy te acercamos un poco más las raíces que han hecho de esta celebración una de las citas indispensables en el calendario nacional de festejos.
El inicio de la ahora conocida como Feria de Málaga data de finales del siglo XV, concretamente del año 1491, cuando el Cabildo Municipal estableció el inicio de las celebraciones en conmemoración de la incorporación de la ciudad a la Corona de Castilla por parte de los Reyes Católicos, que entraron en Málaga el 19 de agosto de 1487. Pero no fue hasta cuatro siglos después, en 1887, cuando la feria recuperó todo su esplendor.
Desde entonces, los festejos han ido adquiriendo empaque hasta convertirse en la gran fiesta del verano en la capital de la Costa del Sol que conocemos hoy en día. Una feria con un marcado sentido abierto, cosmopolita e internacional que el año pasado contó con algo más de 200 espectáculos gratuitos para todos los públicos, repartidos en cerca de 200 horas dedicadas a la fiesta y la diversión de malagueños y visitantes.
¿Cómo es la Feria de Málaga?
Como no podía ser de otra manera, la feria arranca con el pregón en La Malagueta y el posterior espectáculo pirotécnico que ya pudimos disfrutar el viernes 14 de agosto. Tras él, llega el momento de la tradicional Romería al Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, en el que caballistas, enganches, carretas y el público asistente asisten a la entrega de la bandera de Málaga al abanderado de la ciudad que la llevará en romería hasta el santuario.
Uno de los puntos neurálgicos de las celebraciones es el Real de la Feria, un recinto de más de medio millón de metros cuadrados en el que la mayoría de asociaciones, organizaciones, empresas y entidades malagueñas ubican sus casetas durante los ocho días de fiestas, convirtiéndose prácticamente en el corazón de la ciudad.
Tampoco se puede desdeñar la conocida como ‘Feria del Centro’, en la que los principales protagonistas son los bailes y cantes tradicionales y que, desde el año pasado, cuenta en la plaza de la Constitución con más de 400 metros cuadrados de toldos para aliviar los rigores del verano malacitano.
Fuente: Feria de Málaga