¡Qué suerte tener un pueblo! No solo tiene fiestas; un pueblo, también cuenta con grandes recursos para que la forma de vida y la alimentación, sea de lo más sostenible y lo menos procesado posible. Hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre los pueblos.
Los pueblos en fiestas.
La mayoría de pueblos, celebran sus fiestas en verano, y para ser más exactos, aprovechan estas celebraciones en el mes de agosto.
Algunas de las más famosas son las siguientes:
- Fiesta del Renacimiento. Se celebra a finales de julio en la localidad de Tortosa, Tarragona. Sus calles empedradas te harán transportarte al siglo XVI; los vecinos y visitantes, pueden disfrazarse de mercaderes y cómicos de la época, para sentirte un poco más si cabe en esta época.
- Fiestas de la Vendimia. A mediados de agosto, se celebra en Jumilla, Murcia, todos los años estas fiestas. Su propósito principal es rendirle homenaje al vino. En esos días todos los que pasen por allí beberán vino, y en caso de los niños degustarán su mosto favorito.
- Esta fiesta popular, realizada en Tarazona, Zaragoza; ocurre a finales de agosto. Cuando las campanadas del reloj de la plaza den las 12, una persona vestida de bufón, saldrá por la puerta del ayuntamiento y recibirá una lluvia de tomates (aquellos que se van a echar a perder).
- Festa Normanda. Cada últimos de mes de agosto, en la localidad de Foz, de Lugo; celebran la invasión fallida de los vikingos. Todo el pueblo se llena de tambores y antorchas y crean una representación con desembarco incluido.
- Moros y cristianos. En muchos de pueblos de Alicante, se celebra esta conocida fecha en el mes de agosto y principios de septiembre. En ellos recrean la invasión árabe con trajes a medida que parecen casi reales. Hacen una representación de como lucharon los dos bandos, y las calles se llenan de comida, desfiles y tracas.
¿Qué hay más ecológico que un pueblo?
Tenemos la contestación a esa pregunta… ¡nada!
Un pueblo bien cuidado está alejado de puntos de contaminación. Gracias a estar rodeado de naturaleza, el oxígeno que respiramos se renueva más rápido. Da igual que se un pueblo con campo, con ríos, con lagos o rodeado de árboles; en todos ellos priman los elementos naturales y puros.
Otro gran factor a destacar de los pueblos, es que todavía conservan la ganadería y la agricultura como forma de vida. Y aunque no se dediquen a eso directamente, en todas las casas encontrarás un huerto, por pequeño que sea.
Nada mejor que poder hacer tu propia leche o quesos, y, sobre todo, plantar todas tus frutas y verduras y verlas crecer con esa ilusión que teníamos cuando éramos pequeños.
Gracias también a que es tu propia cosecha, los alimentos directamente recolectados, estarán libres de pesticidas u otros químicos nocivos para el consumo humano.
Si no tienes pueblo, anímate a visitar alguno de los maravillosos que tenemos por el territorio.
Y si tienes… ¡Cuéntanos! ¿Cuál es tu pueblo y que tradiciones tenéis?