Las islas Baleares compiten cada vez más con Canarias como destino soñado por viajeros que acuden buscando mucho más que sus espectaculares playas y calas. Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera ofrecen pueblos mediterráneos llenos de encanto, bellos parajes naturales y una gastronomía balear sorprendentemente variada capaz de deleitar a cualquiera. Su situación estratégica ha sido punto de atracción para romanos, fenicios y árabes, cuya influencia se ha entremezclado con el legado británico y francés de las últimas décadas. Es una tierra multicultural pero con personalidad propia que merece la pena conocer y degustar.
Una gastronomía mediterránea y única
La vida en Baleares ha estado siempre muy marcada por la presencia del mar Mediterráneo y ha definido también su gastronomía. Comparte por tanto señas de identidad con el litoral peninsular, pero pronto se revela como una cocina única y original. Son ricas en productos del mar pero la otra gran base de su recetario la encontramos en la vida campesina de la huerta, riquísima en verduras y también sacando el máximo provecho de la carne de cerdo.
El balear siente un gran apego por sus productos autóctonos y sabe cómo mimar los ingredientes en la mesa, así que se practica sobre todo una cocina de temporada según el mercado. Por ejemplo, en verano abundan los platos de hortalizas y en otoño se descubren exquisitas elaboraciones con setas y caza. Las recetas son, en general, sencillas, apostando por el sabor natural de los ingredientes, como demuestran dos de las elaboraciones más imitadas: el pescado con salsa mahonesa y el pa amb oli con tomate y aceite de oliva.
Ingredientes y productos esenciales
Las lonjas ofrecen diferentes pescados según la época, pero destacan sobre todo la cigala y la langosta. En las huertas de las islas crecen jugosos tomates de verano, pimientos, berenjenas, habas y guisantes, además de riquísimas patatas como las de Sa Pobla y la curiosa zanahoria morada. Las carnes de conejo, liebre y perdiz son muy apreciadas, pero es el cerdo del que se saca más provecho. Las sobrasadas de baleares tienen fama mundial y son todo un manjar, simplemente untadas en pan payés con queso de Mahón.
La almendra es otro básico de la cocina Balear y además define gran parte de sus paisajes, un bello espectáculo cuando están en flor a finales del invierno. Se utiliza en muchos dulces tradicionales, para elaborar la ancestral leche de almendras y también en salsas para pescados y carnes. Además de algunos buenos vinos, en el archipiélago se preparan licores de hierbas muy populares, moscateles y la ginebra menorquina conocida como gin.
Los mejores platos de la cocina balear
Como buena cocina de raíces populares, el recetario balear está lleno de guisos y platos de cuchara cuya elaboración varía según la casa y la época del año. Cuando más aprieta el calor se prefieren comidas frescas y llenas de verduras como el tumbet o cocas, empanadas y ensaladas. Las carnes gustan sobre todo asadas, como el conejo, o en platos de arroz y legumbres.
- Sopas. Han sido la esencia tradicional durante siglos, usando los productos de cada estación. Pueden ser a base de cerdo, de pescado o de carnes diferentes, enriquecidas a veces con pan, pasta o legumbres.
- Bullit. Así se conoce el cocido con garbanzos y arroz, usando productos del cerdo y hortalizas. La variante de peix, con pescado, suele partir de un caldo de pescado de roca y se sirve con una capa de alioli.
- Guisat de peix y peix sec. Especialidades de Ibiza y Formentera imperdibles para cualquier amante del pescado. El primero es un guiso marinero con patatas y el segundo es pescado seco que se toma en ensalada acompañado de pan duro.
- Caldereta de langosta. Es la reina del mar en Baleares, se pesca de forma artesanal con cestos tradicionales y con ella se prepara un exquisito caldo lleno de sabor.
- Cocas y empanadas. La cultura del pan está muy arraigada en la tierra y un buen ejemplo son las ricas masas planas con las que se preparan empanadas y cocas dulces y saladas. Se pueden hornear con todo tipo de ingredientes, aunque hay predilección por las de trampó, una mezcla de verduras.
- Arroces. La tradición mediterránea del arroz se mezcla con productos de la huerta y del mar, con platos como el arroz brut, caldoso y muy especiado, o el arroz negro con chipirones. También se elaboran buenos arroces con matanza, setas y caza, cuando es temporada.
- Ensaimadas y más. La delicada ensaimada es el producto más famoso, una masa tierna en espiral exquisita por sí misma o rellena. Pero Baleares ofrece más delicias para golosos, como el flaó de queso, la greixonera ibicenca con huevos y leche, el gató de almendras o pequeñas tentaciones como los rubiols, empanadillas de rellenos diversos, o los pastissets, pastas en forma de flor.
Más allá de estos platos populares, merece la pena adentrarse en las islas que componen el archipiélago Balear y descubrir las recetas tradicionales de cada pueblo, que siempre saben cómo sacar el máximo sabor a los productos de la tierra. Además, el viajero puede también aprovechar la influencia del turismo descubriendo las últimas propuestas gastronómicas de la alta cocina que ofrecen los restaurantes de autor.