Como sabes, existen infinidad de jabones, para la ropa, para la vajilla, para el pelo, para la cara. También los podemos encontrar en diversos formatos, líquido, en espuma, sólido… Es sobre este último sobre el que vamos a hablar, (centrándonos en la industria cosmética) ya que en esta presentación reducimos de manera considerable el impacto negativo que pueda tener sobre el medio ambiente.
Jabón sólido. Doblemente limpio. Pero… ¿por qué?
Antiguamente no era difícil ver en droguerías o incluso en grandes almacenes a metódicos dependientes cortando jabón con una guillotina o con un gran cuchillo para venderlo al peso. Pues, lo que son las cosas, esa era la forma más sostenible de hacerlo y no lo sabían.
Pues bien, salvando las distancias y gracias a la concienciación medioambiental de la que goza la sociedad a nivel mundial cada vez más, esta tendencia se está expandiendo sobrepasando el mundo del jabón propiamente dicho para abarcar también champús, acondicionadores, exfoliantes y hasta productos hidratantes. Y es que hay razones sólidas para hacerlo.
Razones para usar jabón sólido
Cada pequeño gesto en pos del medio ambiente, lo nota nuestro querido planeta, y cada pastilla de jabón le da un pequeño respiro. La razón es simple, un jabón sólido, a priori no necesita de un envase de plástico que lo contenga. Como mucho, precisa de un pequeño envoltorio. Todo el plástico que podamos suprimir de nuestro día a día supone una batalla ganada a favor de un mundo más limpio. ¿Quién no ha oído hablar de las islas de plástico que ya existen en nuestros océanos?
Una parte importante de los residuos plásticos que generamos acaban en el mar. Lo que supone un altísimo impacto negativo sobre el mar y las especies que lo habitan. Por eso, la tendencia ha de ser claramente a reducir esos residuos y la todopoderosa industria de la cosmética, que tanto depende de la imagen, no se puede quedar atrás.
Además, muchos de estos jabones están fabricados con ingredientes totalmente biodegradables, lo que les convierte en la opción más limpia en todos los sentidos.
Al ser en formato sólido, no necesitan apenas agua para su elaboración. Este hecho les hace ganar aún más enteros desde el punto de vista del respeto al medio ambiente. El agua, como todos sabemos, es un bien finito que no se debe derrochar. Infinidad de fábricas de todo tipo consumen cantidades ingentes de agua y todos los procesos que contribuyan al ahorro del líquido elemento ¡bienvenidos sean!
Así que la próxima vez que te vayas a lavar las manos, la cara o incluso el pelo, piensa que nuestro planeta también merece estar limpio y prueba a hacerlo con una pastilla de jabón. Comprobarás que los resultados son iguales si no mejores, para tu piel, pero sobre todo para el medio ambiente. Todos contentos.