Limonada casera: una bebida para toda la familia

limonada casera

Para las tardes de piscina, los días de picnic, o para tenerla lista en la nevera en los momentos de más sed. Sea un momento u otro, la limonada casera es perfecta para los meses de verano. Gusta a grandes y pequeños y es súper fácil de hacer. Para la receta necesitarás poco más que limones y ganas de verano.

Receta de la limonada clásica:

 

Con tan solo tres ingredientes tendrás tu limonada casera preparada en pocos minutos. Te dejamos opciones para hacer limonada clásica, limonada con toque aromático, limonada helada y hasta un gazpacho de limón. Para cualquier versión, elige siempre limones amarillos. Tendrán más zumo y un poco más dulce que los de tono verdoso.

Para un litro de limonada clásica casera necesitarás: cuatro limones, 600 mililitros (ml) de agua fría, 200 gramos de azúcar o 75 ml de miel. Puedes elegir azúcar o endulzante natural. Nosotros recomendamos endulzantes naturales, como la miel, para tener una bebida más sana.

limonada casera

Si tienes un robot de cocina, pon todo hasta que los limones queden bien triturados. Quedarán unas láminas muy finas de la pulpa del limón, propias de una bebida natural. Si en casa no os gustan puedes usar un colador. Si tienes batidora, corta en ocho trozos cada limón y sigue el proceso anterior.

Puede ser que te guste hacerlo todo a mano o que no tengas batidora. ¡No pasa nada! La limonada también se puede hacer con un exprimidor manual. Exprime los limones para extraer todo el jugo. Cuela el zumo y agrega el azúcar o la miel. Remueve hasta que se disuelva y añade el agua bien fría. La limonada aguantará hasta tres días en una botella bien tapada.

Otras versiones de limonada:

 

Ya tienes tu limonada clásica casera. Si quieres que esté más fría aún, puedes añadir 800 gramos de hielo picado y 200 ml de agua en lugar de 500 ml. Tendrás un auténtico granizado de limón. Sirve en un vaso largo con pajita, ¡y a disfrutar!

limonada casera

También puedes darle un toque aromático. Añade unas hojas de hierba buena o menta a la jarra de limonada y guarda en la nevera para que coja el sabor. A la hora de servirlo, puedes añadir más hojas para que el olor de la hoja fresca te haga disfrutar de tu limonada con todos los sentidos.

Si eres un auténtico fan del frescor y las propiedades del limón, prepara con la base anterior un gazpacho de limón y disfrútalo también en tus comidas. Para el gazpacho de limón sigue la receta anterior. Modifica la cantidad de azúcar o de miel a la mitad, añade un toque de sal y un chorrito de aceite. Enfría en la nevera y sirve con trozos de pan dentro. Puedes comerlo como una sopa fresquita de primer plato.

 

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