El hogar debe mantenerse limpio por razones de higiene, pero también podemos decirte que la actividad de limpiar y ordenar hace que se reduzcan los niveles de estrés y ansiedad. Y es que una casa desordenada puede llegar a elevar los niveles de cortisol de sus habitantes.
Un hogar limpio refleja tu estado de ánimo
Mantener una casa ordenada mantendrá tu estado de estrés bajo control. Esto es porque el aspecto que tenga tu hogar será un reflejo de tu estado de ánimo. Esto significa que, si tu vida ahora mismo está algo desordenada, tu casa también lo estará, pero si tienes una vida ordenada tu casa será un remanso de paz y tranquilidad.
Podemos afirmar que una casa desordenada eleva los niveles de cortisol porque causa mucho estrés ver cómo se va acumulando la suciedad, pero, por otro lado, una casa ordenada ayuda a mantener la mente despejada y tranquila. ¿Cómo conseguirlo? ¡Mantén tu casa limpia y ordenada!
Sensaciones que experimenta el cuerpo humano tras las tareas de limpieza
Como hemos comentado la mayoría de personas experimentan una sensación muy gratificante tras haber llevado a cabo las tareas del hogar y ver su casa limpia y a su gusto.
El mero hecho de llevar a cabo la actividad de limpiar los baños o pasar la aspiradora ya reduce la ansiedad. Se trata de hechos con los cuales se toma por completo el control de la casa y eso produce en cierta manera una situación de tranquilidad.
Comenzar el día dejando todo recogido y las habitaciones ordenadas, ventiladas y con las camas hechas te ayudarán a tener un buen día y empezar con energía.
Las tareas de limpieza nos ayudan a llegar a un estado de conciencia plena
El mindfulness, tan de moda, es una práctica que nos lleva a un estado de conciencia plena de nuestra respiración o nuestras actividades. Pues bien, las tareas de limpieza nos invitan a llegar a este estado de conciencia plena. Mientras limpiamos, ordenamos o recogemos somos conscientes de todo lo que hacemos. Y si además nos tomamos estas tareas como algo divertido y ameno nos aportarán relajación además de ayudarnos a desestresarnos.
Por otro lado, podemos afirmar que limpiar al menos veinte minutos al día se puede considerar como actividad física que te ayudará a mantener una vida activa y que hasta te podría ahorrar alguna sesión de entrenamiento. Si no cuentas con mucho tiempo en tu jornada, no olvides hacer la cama y mantener el orden en tu cocina y salón. Esto hará sentirte que cuidas de tu hogar lo que te hará más feliz.
Claves para aliviar el estrés a través de la limpieza
Lo primero de todo es tomarte la actividad de la limpieza como algo relajante, así que limpiar no te cause estrés por terminar antes o por que quede todo impoluto. La tarea hay que tomarla como algo tranquilizante, sin prisas y sin expectativas altas. Así que… ¡disfruta del proceso!
Si te sientes más bajo de ánimos, no tendrás ganas de limpiar tu casa. Por otro lado, ver tu casa desordenada y sucia te hace sentirte peor… ¡Rompe el círculo vicioso! Sal ya de esa espiral y comienza desde ya mismo. Ya verás cómo una vez que empieces será todo mucho más sencillo y te sentirás mejor.
Busca una motivación extra como crearte una playlist con canciones que te gusten, o podcast que hablen de decoración, para darlo todo mientras limpias y ordenas tu casa.
La luz natural está relacionada con el estado de ánimo. Así que sube todas las persianas y abre bien las ventanas para que entre la luz del sol y así se ventile bien la casa.
Mientras ordenas, no olvides de deshacerte de aquellas cosas que ya no utilices, que están ocupando un espacio y acumulando polvo y que además no te hacen feliz. Ten siempre presente el método de Marie Kondo.
Procura mantener el orden y la limpieza que has logrado. ¿Cómo se consigue? Dedicando al menos quince minutos al día de repaso.
Una vez hemos visto los múltiples beneficios de mantener un hogar limpio y ordenado, cuéntanos cuáles de todas las tareas domésticas es la que más te agrada.