Aperitivos caseros, reuniones en la terraza de casa, productos de la tierra y buena compañía. Hoy elegimos el vino Albariño, un vino que servido bien frío gusta a todos. Acompañado de los ingredientes clave hará que tus reuniones de verano sean inolvidables. Te contamos qué alimentos son la media naranja del Albariño: toma nota y sorprende con un buen maridaje.
Con productos típicos de la tierra
El vino Albariño es la variedad más extendida y cultivada en la Denominación de Origen Rías Baixas. Tiene un color amarillo pajizo y se caracteriza por tener aromas frutales, dejando un sabor suave y fresco. Acompañarlo de productos gallegos será un acierto seguro.
Al ser un vino muy aromático funciona muy bien con algunos tipos de quesos, como el queso de tetilla o quesos frescos de cabra. No es el mejor amigo de los quesos fuertes, ya que taparán el toque frutal que lo caracteriza.
Su frescura ayuda a potenciar el sabor de productos del mar, como el marisco. Acompáñalo con unos mejillones al vapor o un pulpo a feira. El maridaje perfecto entre mar y tierra. No nos hemos olvidado del lacón. Prepara una tapa de lacón cocido con pimentón dulce y tendrás lo mejor de la gastronomía gallega en casa.
Como acompañante de otras comidas
Os hemos dado ideas de maridaje con aperitivos, destacando productos típicos de Galicia. Si eres más de grandes comilonas que de aperitivos, el albariño también es un buen compañero de platos copiosos como el arroz. Acompaña una paella familiar, un arroz negro o una fideuá con tu albariño favorito. Si eliges una noche fresquita, prueba a hacer un risotto cremoso.
Con un toque asiático
Es buen amigo de los pescados y del marisco, y también del pescado crudo. Si eres amante del sushi acompáñalo de un albariño y sorprende a los amigos más atrevidos. El sabor fresco del pescado crudo y del alga nori se intensificarán en el paladar. Siguiendo con la comida japonesa, también recomendamos acompañarlo con sashimi y tataki de atún.
Como veis, el vino albariño es ideal para paladares tradicionales, para los que gusten comer de cuchara y para los que prefieran sabores exóticos. Elijas la opción que elijas, acertarás. Recuerda que el sabor del vino no debe sobrepasar ni ocultar el de la comida, sino complementarlo para conseguir la armonía perfecta. Tan solo falta buena compañía. ¡Brindemos por las noches de verano!