Patatas alioli, ensaladilla rusa, huevos rellenos… Hay un montón de platos que son perfectos para las reuniones de verano y que llevan como protagonista la mayonesa. Para evitar los riesgos que pueden sufrir las recetas con huevo crudo por el calor, os traemos una mayonesa sin riesgo de salmonela. No es la receta tradicional de tu abuela, pero podrás estar tranquilo y que tus invitados disfruten sin ningún riesgo.
Receta de mayonesa sin huevo o lactonesa:
Nos vamos a saltar las normas de la receta tradicional de mayonesa. Si quieres preparar la mayonesa que siempre se ha hecho en casa, mejor hacerlo en otra época del año o cuando puedas asegurar que la cadena del frío no se rompe. Como para todo, existen alternativas. La mayonesa que proponemos para tus platos de verano tiene como ingredientes base leche y aceite, libre del riesgo de salmonelosis. Juntos, consiguen una textura muy similar a la del huevo y más segura para combatir el calor. ¡Toma nota de la “lactonesa”!
Para unos 300 gramos, lo que sería un bote de tamaño medio de mayonesa, necesitarás estos ingredientes: 100 mililitros (ml) de leche entera, 200 ml de aceite de oliva, zumo de limón y sal. Recomendamos que la leche sea entera para conseguir que monte bien con el aceite. El aceite mejor suave, así tendremos una salsa de intensidad media que no tape el sabor del resto de ingredientes del plato.
Si ya tienes los ingredientes listos, pon la leche en el vaso de la batidora y bate durante dos minutos a velocidad media. Después, añade el aceite poco a poco sin dejar de batir. Inclina el vaso para poder ver cómo cambia la textura líquida hasta que emulsione. Una vez que veamos que comienza a coger cuerpo, añadimos la sal, el zumo de limón y el resto del aceite. No dejes de subir y bajar la batidora para conseguir la textura deseada.
Otras claves para tu lactonesa:
Lo ideal es que la leche esté a temperatura ambiente, para que tenga la misma que el aceite. Si la vas a hacer con una botella de leche que ya tienes en la nevera, sácala un par de minutos antes. Otro truco es la paciencia. La emulsión tarda más en lograrse que si la hacemos con huevo. Bastará con un par de minutos más para conseguir lo que buscamos.
Si además quieres darle un toque diferente a la salsa, puedes hacerlo. Para la “ajonesa”, añade el ajo a la leche al principio, antes de agregar el aceite. Pon aceite picante y sigue batiendo para conseguir un toque picante. Y si quieres que sea perfecta para el verano, añade aroma cítrico con la ralladura de una lima. Ahora que ya tienes estos trucos, toca disfrutar de las comidas de verano.