Es fácil creer que las mejores fiestas populares son las que se celebran en verano, por aquello del buen tiempo. Sin embargo, en pleno invierno también es posible encontrar fiestas muy divertidas. ¿No lo creéis? Solo tenéis que visitar el pueblo de Ibi, en Alicante, y sumergiros en su especial “blanca navidad”.
Golpe de estado
Cada 28 de diciembre, el día de los Santos Inocentes, desde hace 200 años se celebra en el municipio alicantino Els Enfarinats. Estos personajes, los enharinados, vestidos estrafalariamente toman el control absoluto del pueblo durante un día a golpe de batallas de huevo, harina y petardos. Se forma un nuevo gobierno y se nombran los cargos de alcalde, juez, alguacil, secretario, concejal de Hacienda, cajero, etc. La autoridad real de Ibi les hace entrega por la mañana de la vara de mando a los enfarinats.
Las batallas
Como todo gobierno, tiene su oposición, un grupo de vecinos contra los que se librarán las batallas. Si osamos pasearnos por el pueblo y nos negamos a someternos a sus leyes, tendremos que pagar una “multa” o terminaremos cubiertos de harina. Por lo que es aconsejable que acudamos con ropa fácilmente lavable y, sobre todo, con ganas de participar en las batallas. Bajo su mandato van recaudando dinero a base de “impuestos” en los comercios locales, que después se destinará a organizaciones benéficas.
A la hora de comer se firma un acuerdo temporal de no agresión, que podemos aprovechar para disfrutar de la gastronomía típica de la zona. Por la tarde, mujeres vestidas con trajes elegantes, y els tapats, personajes cubiertos con capas y máscaras, se vengarán de els enfarinats mediante danzas y lanzando más harina. La dançà se prolongará hasta la noche cuando, venciendo el orden al caos, se retomará el gobierno real. Todo el pueblo termina cubierto de blanco, aunque no sea nieve…