El niño hiperregalado es aquel que recibe muchos regalos y termina por no valorar ninguno de ellos. Y es que a veces, se piensa que un juguete puede sustituirse por tiempo. ¿Quieres saber cómo detectar el síndrome del niño hiperregalado? ¡Sigue leyendo!
¿Cómo saber si mi hijo tiene el síndrome del niño hiperregalado?
En muchas ocasiones nos encontramos con situaciones en que los padres no pasan el suficiente tiempo del día con sus hijos y lo tratan de sustituir por regalos. Pero la educación y la creación de vínculos afectivos no funciona así. Los niños no necesitan regalos para ser más felices, si no pasar tiempo de calidad con sus padres, familiares o hermanos.
El niño hiperregalado se reconocerá por el excesivo reclamo que tiene de nuevos juguetes, por ser egoísta y receloso de sus cosas y por ser exageradamente caprichoso.
Consecuencias de un niño hiperregalado
- Las consecuencias de educar bajo estos parámetros convertirán al niño en un adulto materialista que se dejará llevar por el consumismo.
- Estaremos ante unos niños con una baja tolerancia a la frustración porque siempre han recibido recompensas sin esfuerzo alguno.
- Serán niños permanentemente insatisfechos, que contarán con un gran vacío emocional.
- Estos niños tienen una imaginación y una creatividad muy empobrecida y poco desarrollada.
Cómo podemos trabajar en casa para evitar este comportamiento
Si cada vez quiere el nuevo juguete que acaba de salir al mercado y sientes preocupaciones, vamos a contarte qué puedes hacer para evitar este comportamiento.
Es importante que compartas con tus hijos el día a día a través de actividades, juegos o charlas, de tal forma que el mejor regalo tiene que ser pasar tiempo juntos.
Otra forma es fomentar el esfuerzo en los pequeños para que valoren cada regalo. Poniendo ciertos objetivos que tienen que lograr recibirán algún premio a cambio.
Una regla que puede detener el síndrome del niño hiperregalado es la de los cuatro regalos. Consiste en regalar siempre algo que puedan llevar consigo, un libro, algo que realmente deseen y algo que necesiten.
Pero lo mejor es siempre jugar sin juguetes. Y que mejor juguete que sus padres o hermanos. Además de reforzar lazos familiares estarás evitando que el niño quiera más juguetes de los que necesita.
Y hay momentos en los que estáis más ocupados, siempre es positivo desarrollar su creatividad y su imaginación a través de actividades plásticas como el dibujo o las manualidades, que además requieren de cierta concentración.
¿Crees que tu hijo se identifica con el niño hiperregalado? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!