En unos días comienzan las vacaciones escolares y muchos estamos pensando en qué vamos a hacer con nuestros niños en verano mientras tenemos que seguir trabajando y hasta que llegue nuestro merecido descanso estival. Además, tenemos que tener en cuenta que hoy en día los niños lo tienen más difícil que cuando nosotros éramos pequeños: Ya no pueden salir a la calle solos, tienen demasiadas actividades controladas por adultos y apenas tienen tiempo para disfrutar del juego libre, algo esencial para su desarrollo. Así que hoy os proponemos algunas ideas que os permitirán aprovechar las vacaciones de los peques para que hagan todo lo que no pueden hacer el resto del año.
Al aire libre
Siempre que sea posible, la mejor opción para que los niños disfruten y experimenten es llevarles a la naturaleza, ya sea playa, monte o, en su defecto, un parque ciudadano grande. Podemos construir con ellos una cometa y acompañarles a hacerla volar, una guerra de globos de agua o un picnic en el parque, pasar un día en el campo y preparar una gymkana para toda la familia con pruebas a superar y premios o, simplemente, algo tan sencillo como salir una noche a ver las estrellas, aprovechando que no tienen que madrugar, con tan solo alejarnos un poco de las luces de la ciudad.
Aunque, sin duda, los campamentos rurales para niños son una de las mejores experiencias que les podemos regalar, puesto que vivirán en contacto con la naturaleza, realizarán actividades manuales y aprenderán a compartir y resolver conflictos con otros niños sin la presencia continua de sus padres. Si de pequeño tus padres te mandaron a uno de estos campamentos sabrás a lo que nos estamos refiriendo.
También existen campamentos urbanos durante las vacaciones escolares en los que nuestros pequeños podrán pasar gran parte del día. Son una buena opción porque les permite visitar museos, hacen excursiones de un día, así como otros muchos talleres en el centro al mismo tiempo que se relacionan con otros niños.
En el interior
Pero si no tenemos posibilidad de llevarles a este tipo de campamentos y nuestros hijos tienen que quedarse con los abuelos mientras estamos trabajando, también podemos planificarles cada dos o tres días una salida tranquila como visitar algún museo cercano. Los hay muy atractivos para los pequeños como el naval, el del ferrocarril, de ciencias naturales y muchos otros más.
En la actualidad, en algunos de ellos se programan actividades para niños durante el verano. Otra buena opción es apuntarles a natación, lo que les permitirá hacer ejercicio físico al mismo tiempo que se divierten en la piscina y liberamos durante un buen rato a los sufridos abuelos.
Por último, en casa también podemos hacer muchas cosas como, por ejemplo, cocinar con ellos un bizcocho o preparar helado casero, trabajar con arcilla, pintar con acuarelas u organizar un teatrillo con disfraces en el que cada miembro de la familia represente un personaje. Podemos dedicar un día a hacer limpieza de juguetes y material escolar que nuestros hijos ya no vayan a usar. Así seleccionaremos entre todos aquellos elementos que les puedan servir a otros niños, de los que sean para reciclar o tirar. Después los podremos entregar en una de las muchas organizaciones que hacen este tipo de recogidas porque así, ya de paso, le estaremos inculcando unos valores importantísimos a nuestro peque. ¿Quién dijo que no se podían hacer cosas con los niños en verano?