El etiquetado de los alimentos y su normativa

En septiembre de 1822 Jean-François Champollion logró descifrar los jeroglíficos egipcios y gracias a esto se pudo entender más sobre esta antigua civilización. 192 años después  de este fabuloso  descubrimiento, entra en vigor la nueva normativa sobre etiquetado de los alimentos, concretamente en diciembre de 2014. ¿Sería capaz el bueno de Jean-François Champollion descifrar hoy día el etiquetado de los alimentos? Vamos a intentar explicárselo  😉

Veamos qué aparece en el etiquetado de los alimentos:

 

La lista de ingredientes aparece en el etiquetado de los alimentos.

La lista de ingredientes que componen el alimento que hemos comprado es fundamental para saber qué comemos, siempre viene por orden de cantidad, de mayor a menor; es decir que si compramos por ejemplo unas galletas vendrá: harina de trigo, azúcar, leche… cuando se usan como ingredientes aceites o grasas vegetales, debe indicar su origen, es decir si es aceite de oliva y qué tipo, aceite de oliva virgen extra por ejemplo, o aceite de coco o de palma.

Atención alergenos en el etiquetado de los alimentos.

Cada vez son más los casos de alergias alimentarias y por eso en el etiquetado del alimento, junto a la lista de ingredientes, podremos ver de forma destacada si contiene estos alergenos. Muchas veces podemos leer la frase “puede contener”, es decir , el fabricante no dice ni que tiene ni que no tiene, así que ante la duda si eres alérgico: NO lo tomes.

La información nutricional debe aparecer de forma obligatoria en el etiquetado de los alimentos.

En el etiquetado de los alimentos debe quedar claramente reflejado: el valor energético, es decir, las Calorías y Kilo-julios que tiene ese alimento, las grasas, las grasas saturadas, los hidratos de carbono, los azúcares, las proteínas y la sal, recuerda que la cantidad diaria de sal debería estar en torno a los 6 gramos. Y todo esto debe estar puesto de tal forma que de un vistazo se vea, es decir, que no tengamos que hacer torsiones imposibles de muñeca para poder leer todo esta información. Esta información debe estar reflejada para 100 gramos o 100 mililitros de producto, algo muy útil para poder valorar lo que compramos.

Información voluntaria en el etiquetado de los alimentos.

Algunos fabricantes añaden en su etiquetado de los alimentos información extra, de forma voluntaria, por ejemplo información nutricional de una sola galleta, o de una rebanada de pan, es decir, información por ración. A veces, añade información más detallada sobre el tipo de grasa que lleva su producto, o si lleva esta o aquella vitamina o uno u otro mineral, pero ¡ojo!, esto es voluntario, es decir que si un fabricante no lo indica no quiere decir que su alimento no tenga una u otra vitamina por ejemplo, sólo que no lo podremos saber, así que cuanto más completo sea el etiquetado de los alimentos mejor para todos  😉

El país de origen en el etiquetado de los alimentos.

Cuando compramos carne fresca, aceite de oliva, miel, frutas y verduras en la etiqueta de los alimentos viene indicado el país de donde procede, así podremos saber si comemos productos españoles o no por ejemplo  😉

En el etiquetado de los alimentos aprenderemos a conservar nuestro alimento.

Leyendo atentamente la etiqueta de nuestros alimentos podemos saber si nuestro producto necesita conservarse en frío, o si ya ha sido descongelado y no debe volver a congelarse de nuevo, también podremos saber si debemos conservarlo apartado de la luz y/o de la humedad, o cuanto tiempo tenemos para consumirlo una vez que lo abrimos. En ocasiones viene explicado como debemos preparar el alimento, por ejemplo el tiempo de horneado para una pizza.

La fecha de caducidad también aparecerá dentro del etiquetado de los alimentos.

ETIQUETADO DE LOS ALIMENTOS - Cesta de la compra

El etiquetado de los alimentos tiene que poder leerse

Todo lo que hemos visto hasta ahora está muy bien pero… alguien dijo una vez que la “información es poder”, y para tener este “poder” debemos ser capaces de leer el etiquetado de los alimentos sin tener que recurrir a microscopios de última generación, así que el tipo de letra y el tamaño de ésta deben ser apropiados para que podamos leerlo sin problemas, por eso la normativa marca unos tamaños mínimos de tipo y tamaño de letra.

¿Después de ver esto piensas que fue emocionante el trabajo de Jean-François Champollion…? ¡Lo verdaderamente emocionante es leer el ETIQUETADO DE LOS ALIMENTOS!, …y recuerda la “verdad está ahí fuera” así que como consumidor que eres, lee bien para estar informado de lo que vas a consumir.

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