Después de cualquier comida siempre apetece un postre, pero en muchas ocasiones las comidas se hacen pesadas y, aunque nos entren esas ganas locas de comer algo dulce, preferimos optar por algo ligero.
Si, como decimos, no os queda sitio para el tan ansiado postre, lo mejor es optar por una de estas deliciosas recetas que os sugerimos, propuestas muy fresquitas en forma de helado, polo, mousse… Dulces caseros y fáciles de preparar para que no tengáis que renunciar al postre. ¿Te animas a probar?
Date un capricho sin pensar en las calorías con estos seis postres ligeros que hemos reunido para ti en este post y ¡a disfrutar del verano sin remordimientos!
Macedonia de frutas
Una receta ligera para terminar una comida copiosa es con un postre a base de fruta. La macedonia es una estupenda opción, una receta casera que gusta a todo el mundo y el plato ideal para cuidarse si usamos frutas de temporada.
Podemos trocear plátanos, peras, nectarinas, kiwis, melón, melocotón en almíbar, arándanos, cerezas, naranjas… Y todo eso lo bañamos con zumo de naranja, un poco de almíbar (se hace con agua y azúcar) y unas hojitas de menta y terminarás tu comida ¡con un delicioso y fresco sabor de boca!
Sorbete de mango y naranja
Un helado o un sorbete casero es otra forma ideal de comer fruta. Con tres ingredientes naturales y muy poco tiempo, lograremos un delicioso postre que ¡está de dulce!
En este caso, vamos a optar por dos frutas que se complementa, un cítrico como la naranja y un dulce y jugoso mango. Solo hay que trocear y congelar el mango y, una vez congelado, se tritura con azúcar u otro endulzante y zumo de naranja, así de fácil es disfrutar de un sorbete refrescante, ligero y delicioso.
Helado de yogurt
Desde hace unos años están muy de moda los helados de yogurt y hay muchas heladerías especializadas que lo sirven con sirope, chocolate, frutos secos… ¿Sabes que puedes prepararlo tú mismo en casa y de una forma mucho más natural? Es delicioso por sí solo o acompañado de unos trocitos de fruta fresca.
A ver qué te parece… Solo hay que mezclar yogurt griego natural o edulcorado, miel y un poquito de vainilla, removemos bien para obtener una crema ligera y lo congelamos. Un truco muy útil es sacarlo de vez en cuando del congelador, removerlo y volverlo a meter, ¡nada que envidiar a las heladerías profesionales!
Crema de limón
El limón es considerada la fruta más refrescante, por lo que, cualquier postre que lo tenga como base es un éxito en el verano. En esta ocasión te proponemos una crema de limón muy refrescante y con una textura muy agradable al paladar, perfecta para poner el broche final a una buena comida, así que el éxito está asegurado.
Su elaboración es muy sencilla, solo necesitas limones, yogurt griego desnatado o edulcorado, leche condensada y, para decorar, cáscara de limón y hojitas de menta. ¡Ah! También puedes darle un toque de sabor a mojito añadiéndole a la mezcla unas hojas de hierbabuena a la hora de triturarlo. Sírvelo bien frío y será ¡toda una explosión de sabores en tu boca!
Granizado de frambuesas
Si eres de los que se lanzan siempre a por los postres de frutos rojos, puedes elaborar de forma rápida un granizado natural de frambuesas y limonada. Un postre que aporta mucha vitamina C, fibra y todos los beneficios antioxidantes que tienen las frambuesas. Es un postre completo y goloso; además, la limonada aporta un toque ácido y depurativo que viene genial para finalizar cualquier comida.
¿Cómo se hace? Muy fácil, zumo de limón, frambuesas naturales, azúcar de coco o edulcorante y hielo, lo trituramos todo y decoramos con frambuesas y una rodaja de limón. Se puede hacer también con otras frutas de verano, ¡te va a encantar!
Polos (o paletas) de frutas
Cuando el calor aprieta siempre buscamos todo tipo de comidas para que nos ayude a contrarrestarla, lo mejor son los sorbetes de helado… Los que llamamos polos de nieve, pero, teniendo fruta natural en casa, ¿por qué no probar a preparar polos de fruta naturales?
¡No hay nada más divertido que comer helados caseros! Ideales para niños y mayores, pues se tarda muy poco en prepáralos y contienen muy pocas calorías.
¿Te animas a preparar uno multifrutas? Solo tienes que coger diferentes tipos de fruta (sandía, kiwis, melocotones, etc.) y triturarlas por separado y dejando algunos trozos enteros de fruta; luego vas añadiendo en cada molde un poquito de cada fruta, intentando que no se mezclen, introduces un palito en cada molde y al congelador. ¡Placer fresco, colorido y delicioso!