Si nos pusiéramos a hacer un ranking de las verduras u hortalizas preferidas por la sociedad, es más que probable que entre los primeros puestos de ese hipotético listado no se encuentre el nabo. Desconocemos el porqué de la falta de popularidad de esta hortaliza, perteneciente a la familia de las Crucíferas y que ahora mismo se encuentra en su mejor momento del año, así que nos hemos lanzado en su defensa. ¿Quieres descubrir con nosotros todos los beneficios y propiedades del nabo?
Como verdura crucífera que es, el nabo cuenta entre sus parientes cercanos al brócoli, la rúcula, las coles, el repollo, la coliflor, los berros o los rábanos, entre otros. Y al igual que en el caso de su larga lista de ‘hermanos’, la nómina de propiedades y beneficios para nuestra salud es igualmente larga. Para empezar, porque todas las verduras anteriormente indicadas tienen en común la presencia de glucosinolatos, sustancia que encontraremos especialmente en nuestro protagonista de hoy y que destaca por ser un potente antioxidante.
Otro aspecto que pondremos en el ‘haber’ del nabo es que se aprovecha de él prácticamente todo. Tanto las hojas (o grelos) como la raíz que, como ya sabéis, es la parte que forma el nabo en sí mismo. Por lo tanto, se trata de una hortaliza a la que podremos sacar un gran partido en todo tipo de recetas de cocina, ya sea en forma de cremas, purés, o sopas; como en potajes, guisos e incluso, cocinándolos al vapor.
¿Por qué es bueno el nabo para mi salud?
Más allá del importante aporte de antioxidantes del que ya os hemos hablado, nuestros amigos los nabos son saciantes y ricos en fibra. Todo ello les convierte en un magnífico aliado a la hora de planificar una alimentación equilibrada y baja en grasas y calorías, valores en los que el nabo también destaca por su mínimo aporte.
Por otro lado y gracias a su aporte de vitamina C, el nabo también nos echa una mano en la absorción del hierro y en la formación de los huesos, dientes y colágeno. Además también es un buen acompañante de cara a los resfriados que, casi con total probabilidad, nos tocará sufrir en los próximos meses. Y eso es así gracias a las propiedades expectorantes de esta hortaliza. Así que, frente a un pecho congestionado y después de haber visitado a nuestro médico, una sopita de nabo nos resultará de gran ayuda.