Receta de tiramisú para toda la familia

receta de tiramisú casero

El tiramisú en uno de los postres italianos más famosos. Su cremosidad y sabor a café son los rasgos más característicos. Si te gusta el dulce y el café, atento a la receta del auténtico tiramisú italiano. Lo mejor de todo es que no necesitarás horno. ¡Postre fresquito para días calurosos!

Claves para la auténtica receta de tiramisú:

 

Las claves para obtener un tiramisú auténtico son tres: conseguir un resultado cremoso, una base de bizcochos jugosa y espolvorear el cacao al final. Para ello, comenzamos con los ingredientes necesarios y los pasos para elaborarlo.

Necesitarás 500 gramos de queso mascarpone, 100 gramos de azúcar, 6 huevos, café largo, bizcochos de soletilla o savoiardi, licor amaretto y cacao en polvo.

Para empezar, separa las yemas de los huevos. Pon las yemas y el azúcar en un cuenco y mueve hasta que quede todo ligado. Después, añade el queso mascarpone a temperatura ambiente para que se funda con las yemas. En este paso no hay que batir la mezcla, si no removerla con una espátula plana o cuchara para no romper la cremosidad.

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Ahora toca montar a punto de nieve las claras. Para ello asegúrate de tener un bol grande, pues las claras triplicarán su volumen. Bátelas con fuerza hasta que formen una espuma. Este es el paso más laborioso. Requiere de tiempo y algo de maña, pero si tienes paciencia, conseguirás tus claras al punto de nieve. Si tienes una batidora de barillas esto se consigue en un minuto. Cuando tengas las claras montadas, añádelas poco a poco a la mezcla de queso. En este paso podrás comprobar que tu queso ha multiplicado su cremosidad, esto se debe al punto de nieve.

Monta el tiramisú:

 

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Con nuestra crema ya lista, pasamos a mojar las soletillas en café, al que le añadiremos un chorrito de amaretto. El amaretto es un licor de almendras muy utilizado en la repostería italiana que le dará este toque auténtico de Italia. Mójalas solo un poco, para que se impregnen por todo pero que no se empapen. Dispón las soletillas en una fuente de cristal cuadrada formando una cama. Derrama la mitad de la crema encima de la capa de soletillas con una cuchara. Después, pon otra capa de soletillas mojadas en café y termina con el resto de la crema. Si lo has hecho bien, tendrás cuatro capas de dos colores: una marrón de las soletillas, otra blanca de la crema, de nuevo una de bizcochos y finalmente otra de crema.

Ahora solo tienes que guardar en la nevera al menos 8 horas. Es importante dejar nuestro postre reposar y que todos los ingredientes adquieran el sabor en este tiempo. Espolvorea el cacao con la ayuda de un colador cuando lo vayas a servir. Así quedará más bonito y la crema no lo absorberá.

¡Y voilà! Ya tienes tu postre cien por cien italiano y sin necesidad de horno. Si no te gusta el café puedes mojar las soletillas en cerveza negra o en batido de chocolate para los niños. No son las versiones auténticas, pero las hemos probado y el resultado también es delicioso.

 

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