Si en tu lista de buenos propósitos para este año has incluido cuidar un poco más tu alimentación, seguro que ya has empezado a probar ingredientes para cambiar poco a poco hacia una dieta más saludable. A la hora de cocinar encontramos muchas opciones para seguir disfrutando de los platos que más nos gustan, incluso si somos golosos. Por ejemplo, con los diferentes tipos de endulzantes tenemos alternativas al azúcar que podemos usar en nuestras recetas caseras. ¿Sabes cuántos edulcorantes existen y en qué se diferencian?
Qué son los endulzantes alimentarios
Empecemos por lo más básico: un endulzante o edulcorante es un producto que, como su propio nombre indica, endulza otros alimentos. Son sustancias naturales o sintéticas que se utilizan en la elaboración de platos o de otros productos destinados un uso alimentario, por eso también se emplean para hacer medicamentos. En la cocina se usan fundamentalmente para elaborar dulces o para suavizar otros sabores amargos o ácidos, por ejemplo al hacer salsa de tomate.
El azúcar entraría también en esta definición básica, pero cuando hablamos de endulzantes nos referimos generalmente a esas sustancias que podemos usar como ingrediente alternativo. El azúcar blanco o el moreno integral es un ingrediente natural y básico en cualquier despensa, sobre todo si somos aficionados a la repostería casera, pero hay ocasiones en las que nos puede interesar utilizar sustitutos del azúcar en casa.
Para qué sirven los endulzantes
Se suele pensar que los edulcorantes solo sirven para dar sabor dulce a las bebidas o postres cuando no podemos o no queremos tomar azúcar, pero en realidad tienen muchos más usos. ¿Sabías que uno de los secretos de los mejores pasteleros está en cómo utilizan endulzantes y azúcares en sus recetas? A pesar de que son la alternativa perfecta al azúcar, hay muchos dulces y productos que combinan ambos ingredientes al mismo tiempo. Por lo tanto, entre los principales usos de los edulcorantes podemos destacar:
- Endulzar o edulcorar alimentos y platos preparados.
- Aportar volumen a bebidas gaseosas o carbonatadas, como refrescos.
- Ayudar a la protección de conservas, mermeladas, compotas o gelatinas.
- Suavizar y equilibrar sabores amargos y ácidos.
- Añadir volumen y densidad a preparaciones frías, como cremas y helados.
- Contribuir a la fermentación de masas de panadería y algunas salsas.
- Intensificar sabores y aromas de diferentes platos.
- Estabilizar y mejorar la textura de elaboraciones como mousses y espumas.
Los tipos de endulzantes que podemos usar
¿Cuántos tipos de endulzantes conoces? Seguro que puedes nombrar la famosa sacarina, y la estevia, que últimamente es tendencia. Pero existen otros muchos tipos diferentes y para distinguirlos más fácilmente los podemos dividir en dos grandes grupos: endulzantes naturales y endulzantes sintéticos o artificiales.
Los endulzantes naturales son aquellos que se encuentran de forma natural en la naturaleza. En general su poder endulzante es mayor que el del azúcar pero también son calóricos, es decir, aportan calorías aunque en menor medida que el azúcar.
- Miel. Elaborada por las abejas del néctar de las flores, la miel se utiliza para endulzar desde tiempos muy antiguos, destacando también por su valor nutritivo y su uso medicinal.
- Melaza o miel de caña. De color oscuro y sabor tostado, tiene la consistencia de la miel pero se obtiene de la caña de azúcar. Es muy aromática y rica en minerales.
- Sirope de arce. Típico de América, se obtiene del jarabe de la savia de determinados tipos de arces. Es muy utilizado para endulzar directamente alimentos como tortitas, gofres o crepes, pero también para cocinar.
- Néctar o sirope de ágave. Parecido al anterior, proviene de la planta del mismo nombre, parecido a un cactus. Es algo más líquido que la miel y sin sabor, además aporta minerales y vitaminas.
- Fructosa. Es el azúcar natural de las frutas, la sustancia que hace que la gran mayoría de frutas sean tan dulces y el postre más natural. Se puede encontrar procesado en forma granulada para utilizar como ingrediente en sustitución del azúcar.
- Estevia. Es el extracto natural de la planta de estevia y podemos usarla líquida, concentrada o granulada, y su poder endulzante es muy superior al del azúcar pero no aporta ninguna caloría.
Los endulzantes artificiales o sintéticos son los que elabora el ser humano a partir de moléculas con un gran poder potencial edulcorante. Estos aditivos han pasado por numerosos controles y cuentan con la aprobación de las autoridades de seguridad alimentaria, por tanto son perfectamente seguros y los podemos incluso utilizar en casa.
- Derivados del azúcar. Llamados “polialcoholes”, son endulzantes como el sorbitol, xilitol o maltitol, que sí tienen calorías pero en menor grado que el azúcar. Se utilizan mucho a nivel profesional por sus propiedades a la hora de aportar texturas y estabilidad.
- Sacarina. Tiene un poder endulzante casi 400 veces mayor que el azúcar, y es el más usado para endulcorar sin calorías bebidas como café, resfrescos o infusiones, porque se disuelve bien en temperaturas cálidas que no sean muy elevadas.
- Aspartamo. Aunque endulza algo menos que la sacarina, también actúa de forma similar y se puede encontrar para usar incluso en cafeterías y bares. Es especialmente adecuado para endulzar refrescos, zumos y batidos.
- Sucralosa. Edulcorante obtenido de la sacarosa -por tanto, del azúcar-, mediante una serie de cambios químicos. Tiene un poder endulzante hasta más de 600 veces superior al azúcar, y la gran ventaja que ofrece es su estabilidad a los cambios de temperatura.
- Tagatosa. En este caso se obtiene del azúcar de la leche, aporta un 60% menos de calorías que el azúcar y endulza de una forma casi idéntica.
Cómo utilizar los endulzantes en casa
La elección entre todos los tipos de endulzantes dependerá de nuestras necesidades concretas y del resultado que queramos obtener en la receta. Por ejemplo, en una dieta saludable en la que queremos moderar un poco el consumo de azúcar, podemos optar por alternativas naturales como el sirope de de ágave, y si lo que buscamos es endulzar sin añadir ninguna caloría, nos interesa elegir un edulcorante acalórico, como la estevia.
Endulzantes como la sacarina y el aspartamo son muy prácticos por su formato de pequeños comprimidos, ideales para dar sabor dulce al café o infusiones sin tener que recurrir siempre al azúcar común. En cambio, para preparar dulces que requieren horneado o cocción, tendremos que optar por sucralosa o tagatosa, que son los endulzantes que se mantienen estables a altas temperaturas.
La miel o la melaza pueden además endulzar con un toque especial, por ejemplo añadiendo aroma al helado o un bonito color dorado a las galletas de siempre. Para saber la cantidad exacta de endulzante que hay que utilizar, lo mejor es leer detenidamente las indicaciones de cada producto para conocer su equivalencia. Gracias a los endulzantes podemos seguir disfrutando en casa de todo lo que más nos gusta, ¿y tú, sueles utilizarlos?