
Vivimos habituados al frenético ritmo de nuestro día a día: kilómetros devorados en viajes relámpago, de casa al trabajo y del trabajo a casa, jornadas maratonianas en las que las horas pasan en un abrir y cerrar de ojos, comidas y momentos de usar y tirar. Todo ello nos hace olvidar que, hace no tantos años, nuestras vidas transitaban a otra velocidad, tenían otro color y otro sabor. Precisamente por eso, hoy os proponemos un viaje en el tiempo y los sentidos con El Tren de la Fresa.
Con la idea de rememorar el recorrido del que fuera el segundo ferrocarril de la Península Ibérica y primero de la Comunidad de Madrid, el Tren de la Fresa vuelve este mes de mayo a conectar la capital con la localidad de Aranjuez, declarada Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001 y uno de esos lugares en los que parece detenerse el tiempo mientras se pasea por los Jardines del Príncipe o se visitan el Palacio Real o la Real Casa del Labrador.
El Tren de la Fresa recibe el nombre de los convoyes originales que usaban el mismo trayecto para trasladar los productos de las vegas del Jarama y el Tajo hasta Madrid, especialmente la fresa de Aranjuez. De ahí que, durante el recorrido, azafatas ataviadas con trajes del siglo XIX repartan esta fruta tan asociada al municipio arancetano.
Pero antes de llegar a la localidad ribereña, nos encontraremos con 60 minutos de viaje a bordo de un furgón y un vagón de los años 60 del siglo pasado y cuatro coches de madera, denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930 y que, en su día, cubrieron los servicios de cercanías de la compañía MZA (Madrid – Zaragoza – Alicante).
Este ferrocarril histórico-turístico, que en 2015 cumple 31 años de existencia, tiene programados 31 viajes para la recién estrenada temporada del Tren de la Fresa. Con salida en el madrileño Museo del Ferrocarril, el viaje tiene un coste de 29,90 euros para adultos y 14,90 euros para niños mayores de 4 años e incluye, además del trayecto de ida y vuelta y la ya mencionada degustación de fresón a bordo del tren, traslados de ida y vuelta entre la estación de Aranjuez y la zona monumental de la localidad, las visitas al Palacio Real y al Museo de Falúas y un 50% de descuento en el Museo Taurino.
Fuentes: Museo del Ferrocarril, Europa Press y Treneando.
Súper caro
Es posible que el precio resulte algo elevado, pero la experiencia merece muchísimo la pena 🙂 Gracias por tu comentario.