Elegir las mejores uvas para cumplir con la tradición de Nochevieja no es cualquier cosa. De hecho, hay quienes organizan catas a mitad de la campaña de recogida de la uva para decidir cuál es el mejor racimo y hasta se celebran concursos, como el Concurso de Uva de Mesa ‘El raïm d’or’ en Novelda (Alicante).
¿Por qué se comen uvas en Nochevieja?
A las uvas que comemos en Nochevieja se les conoce como ‘uvas de la suerte’ y se trata de una tradición de origen español que está muy arraigada en nuestra cultura, tanto que las primeras informaciones de su celebración en España datan de 1894. Además, también la han hecho suya otros países hispanoamericanos como México, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia o Costa Rica.
Lo que no está muy claro es por qué son 12 uvas. Todo apunta a que es por las 12 campanadas, pero también hay quien aboga por los 12 meses del año. Realmente podemos compaginar las dos motivaciones, lo que no está en duda es que para tener un año nuevo próspero hay que comérselas todas antes de la última campanada.
Diferentes variedades de uvas
En España prima la tradición y lo más habitual es utilizar uvas frescas, siendo la variedad más consumida la uva de Vinalopó, procedente de la región de Alicante (Valencia) a la que da nombre y que se compone de siete municipios que se dedican más tiempo y más en concreto al cultivo de esta fruta.
Las uvas de Vinalopó tienen dos variedades, Aledo o Ideal, y crecen en racimos que son cubiertos por una bolsa de papel que las protege de las inclemencias meteorológicas, por lo que éstas desarrollan una piel mucho más fina al no tener que defenderse de las agresiones de la lluvia, el sol o el viento.
Pero en el mercado también puedes encontrar otras variedades de uva de muy buena calidad y de diferentes orígenes, sabores, colores, texturas, maduración, etc. La Moscatel romano o Moscatel de Málaga, la de Italia, las uvas rojas Flame seedless o Red globe, las Cardinal, uvas negras como Alphonse lavallée o Royal queen y hasta uvas sin pepitas, como la Seedless Thompson, imperial y superior o las Blac seedless, son sólo algunas de ellas y cada cual más deliciosa.
Innovando en la tradición
Numerosas casas comerciales han visto en esta tradición una buena oportunidad de negocio y, desde hace ya unos 15 años, comenzaron a comercializarse packs individuales de 12 uvas envasadas, ya lavadas, peladas y sin pepitas.
Unas marcas han optado por embolsarlas o envasarlas al vacío, otras las venden en latas, también en botecitos de cristal o en cajitas, lo que facilita mucho su consumo. Aunque es una gran idea comercial, también tiene sus detractores, ya que hay quienes defienden la tradición de comprar el racimo de uvas entero y que cada miembro de la familia escoja las suyas y se las prepare a su gusto, peladas y sin huesos, o simplemente lavadas para los más valientes.
Lo que está claro es que hay tipos de uvas para todos los gustos y que aquí, lo verdaderamente importante, es tomarlas en la mejor compañía y brindar después por el recién llegado año nuevo. ¡Felices uvas a todos!