La fruta es esencial en la alimentación de cualquier persona, en especial en la de los niños, ya que es un alimento fundamental para su desarrollo físico y mental.
Los azúcares que contienen las frutas (fructosa) son saludables, su consumo ayuda a prevenir enfermedades como el colesterol o la obesidad infantil, entre otras. Son muy poco calóricas y están repletas de vitaminas y fibra, por lo que son un alimento ideal para sustituir bollos, chucherías o dulces.
Por todo ello, es fundamental que tus peques sigan una dieta sana y equilibrada, donde abunden las frutas.
Darles un capricho de vez en cuando no está mal, pero no debe convertirse en un hábito para ellos. Lo ideal es conseguir acostumbrarles desde muy pequeños a comer una pieza de fruta en el desayuno y otra como postre o merienda. ¿No te resulta fácil conseguirlo?
Hoy te contamos algunos trucos para conseguir incorporarlas en su dieta. ¡Toma nota!
Haz recetas divertidas
¡La comida entra por los ojos! Piensa de qué forma divertida y original puedes prepararles las manzanas, naranjas, peras, uvas… Haz presentaciones atractivas que les entren por los ojos y les despierte su curiosidad.
A los niños les encanta jugar así que, si conviertes la fruta en un juego, será mucho más fácil que la coman. Córtalas con formas de corazón, estrella o de caras. En resumen, ¡prepara pequeñas obras de arte comestibles! Lo importante es crear recetas fáciles de comer y que se les antoje a tus peques.
Si algo es divertido llamará su atención y, si les interesa, será más fácil que les guste. Consiste en echarle un poco de imaginación…
Lidera y da ejemplo
Tus hijos imitarán lo que vean, así que el primer paso para que ellos coman frutas es que lo hagas tú. Si en tu dieta hay fruta, ellos la verán como algo normal y la querrán también.
Sus hábitos en la alimentación dependerán de la actitud que tengas tú frente a la comida. Los niños aprenden observando e imitando lo que les rodea y su mayor ejemplo a seguir eres tú.
Llévalos a la compra
¿Por qué no los llevas a la compra? Deberás enseñarles que una alimentación sana empieza por una cesta de la compra inteligente y responsable.
Muéstrales los diferentes tipos de fruta, deja que ellos mismos las escojan y cuéntales cuáles son sus beneficios. Deja que te ayuden a crear platos divertidos con las frutas que compréis. Una pizza con piña, una macedonia, tarta de manzana, brochetas, batidos… Son alternativas más llamativas para ellos.
Haz que se diviertan comiendo frutas y disfruten de todos los beneficios que aportan. No lo pienses más y anímate, ¡a tus peques les encantará!
