Amadas por muchos y odiadas por otros tantos. Comienza la mejor época para las coles de Bruselas, una verdura perteneciente a la familia de las crucíferas y, por lo tanto, parientes cercanas de la coliflor, el brócoli, la lombarda y otras muchas e igualmente beneficiosas verduras. Ahora, que vas a poder encontrarlas en todo su auge en tu supermercado del Grupo IFA más cercano, vamos a intentar darte los argumentos necesarios para terminar de convencerte y que les abras las puertas de tu cocina en esta temporada otoño-invierno.
Al igual que casi todas sus ‘primas’, las coles de Bruselas suelen asociarse habitualmente a platos invernales, con lo que son un elemento muy a tener en cuenta para esos platos que te sacarán de un apuro cuando busques algo apetecible en estos fríos días que tenemos por delante.
Ricas en Vitamina A, C y ácido fólico, las coles de Bruselas suelen prepararse hervidas en agua y servirse como acompañante de carnes, ahumados y embutidos, entre otros. Esta versatilidad de presentaciones está propiciada en parte por su ligero sabor dulce, aunque no debemos olvidar que en algunas variantes el sabor tiende a tornarse levemente amargo.
¿Cómo evitar el mal olor de las Coles de Bruselas?
Gran parte del rechazo que suelen causar las coles de Bruselas se debe al fuerte olor que desprenden a la hora de su cocción. A este respecto, a lo largo de los años ha existido un largo y extenso debate en torno a cómo deben cocinarse las coles para evitar su mal olor.
En este sentido, una de las opciones recomendadas es la técnica conocida como Stir frying, que no es otra cosa que saltearlas en una sartén cóncava de tipo wok. De este modo, lograremos evitar el olor desagradable al mismo tiempo que conseguimos mantener el aroma dulzón a nueces que desprenden las coles.
¿En qué debo fijarme al comprarlas?
A la hora de comprar coles de Bruselas debemos fijarnos en que tengan un color verde, lo más intenso y brillante posible. También será importante que tengan un aspecto compacto, liso y redondeado, y que cada una de las pequeñas ‘bolitas’ verdes se vea prieta e incluso algo pesada para su pequeño tamaño.
Aunque su compra a granel pueda suponer a priori un menor desembolso, el ahorro de tiempo y molestias, así como los escasos desperdicios ocasionados, harán especialmente recomendable la compra de coles de Bruselas ya empaquetadas y limpias.
Una vez llegados a casa, las coles de Bruselas pueden aguantar en condiciones óptimas en la nevera durante un periodo no superior a los siete días. Para su conservación es recomendable no lavarlas e introducirlas en una bolsa de plástico perforada.