Aunque las nuevas generaciones se empeñen en celebrar Halloween, el Día de Todos los Santos continúa siendo nuestra fiesta nacional del 1 de noviembre. Es un momento de recogimiento y recuerdo a los seres queridos que ya no están que se celebra desde hace siglos. ¿Conoces el origen de esta festividad?
¿Por qué se celebra el 1 de noviembre?
El Día de Todos los Santos es tradición visitar los cementerios y llevar ramos a los difuntos, especialmente entre los más mayores. Es el día del año que más flores se venden, más que en San Valentín, según datos de la Asociación Española de Floristas (AEFI). En algunas regiones de España, como Cataluña o Asturias, también se organizan castañadas en el campo o en casa. En Castilla La Mancha se comen huesos de Santo, o huesos de San Expedito en Andalucía.
Pese a estas pequeñas variaciones, la fiesta en sí tiene un origen común. Para conocerlo hay que retroceder hasta el siglo IV. La Iglesia Católica decidió honrar a todos los mártires cristianos que habían sido condenados en la Gran Persecución de Diocleciano, la más sangrienta que se había producido en el Imperio Romano. Durante los siglos siguientes se celebró sin fecha fija. Hasta que el en el 840, el papa Gregorio IV decidió que la Iglesia Católica celebrara el 1 de noviembre para honrar a esos santos que habían conseguido superar el purgatorio, beatificarse y, por ende, la vida eterna ante Dios.
El Samhain es una fiesta pagana de los pueblos celtas.
No existe una versión oficial de por qué se escogió el primero de noviembre y no otro día. Se dice que fue porque en aquel momento la Iglesia quería eliminar todas las fiestas paganas, como el Samhain. Esta era una fiesta típica de los pueblos celtas y festejaban el fin de la temporada de cosechas y el comienzo del Año Nuevo Celta.
Por cierto, esta fiesta es la precursora de Halloween. Se creía que esa noche los espíritus de los muertos volvían al mundo de los mortales a visitarnos y por eso se encendían grandes hogueras. En España también se daba este ritual, especialmente en Galicia o Asturias. Incluso vaciaban ajos o calabazas para alumbrar el camino de las almas perdidas.
Tradiciones del Día de Todos los Santos
No importa que celebres Halloween, Samhain, la Castanyada o el Día de Todos los Santos, los dulces juegan un papel importante. En este último caso, están los contundentes buñuelos de viento, que pueden estar rellenos de crema, nata o chocolate. Los mencionados huesos de santo, los panellets en Cataluña, Aragón, Valencia e Islas Baleares. En Cataluña el 1 de noviembre coincide con la Castanyada, por lo que es habitual asar castañas y boniatos.
Los panellets son un dulce típico de Cataluña y Baleares en el 1 de noviembre.
Por último, no puede haber Día de Todos los Santos sin la representación de Don Juan Tenorio en algún teatro.
¿Y tú qué celebras: Halloween o Todos los Santos? ¡Cuéntanos!