“Para haberle de volver algún tanto en sí gasté más de seiscientos huevos, como lo sabe Dios y todo el mundo, y mis gallinas, que no me dejarán mentir”.
Con esta ingente cantidad de huevo recuperó el ama a don Quijote tras una de sus correrías… Y si Don Miguel de Cervantes lo escribe, cierto ha de ser, que por algo este año se conmemora el 400 aniversario de su muerte.
¿Pero es tan bueno el huevo como lo pregonaba “el ama” del Ilustre Hidalgo?
5 beneficios del huevo
- Fuente excelente de proteínas: tal es así que se la denomina “proteína patrón”, es decir, los alimentos se comparan con el huevo para valorar su calidad proteica.
- Rico en fósforo: que tan necesario es para una adecuada salud de huesos y dientes.
- Fuente de hierro: fundamental para la formación de glóbulos rojos y, por tanto, para prevenir la anemia.
- Contiene Vitamina B12: necesario para el normal funcionamiento del cerebro y para nuestras defensas.
- Antioxidante: por su contenido en vitamina A y E.
Es decir, que estamos ante un alimento que debe estar presente en nuestra dieta de forma habitual, pero cuidado con el consumo de este alimento ya que puede entrañar riesgos si no se siguen unas medidas mínimas. Y es que el huevo puede contaminarse con una bacteria llamada Salmonella y provocar una toxiinfección alimentaria.
10 precauciones con el huevo
- Trata de comprar huevos con la cáscara intacta y limpia.
- Respeta la fecha de consumo preferente que está impresa en el envase del huevo.
- Nunca laves el huevo, si no es para su consumo inmediato, ya que la cáscara del huevo es porosa y el agua puede arrastrar a la bacteria de la salmonella al interior del huevo.
- La salmonella se destruye a 70 ºC así que cuaja bien las tortillas.
- Si vas a hacer mayonesa trata de extremar las precauciones y siempre consérvala en frío.
- No rompas el huevo en el borde de los recipientes donde lo vayas a batir, ya que pueden caer trozos de cáscara que estén contaminados por la bacteria.
- No separes las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo. Hay que tratar de evitar cualquier contacto entre el exterior y el interior del huevo.
- Mantén el huevo y los alimentos elaborados siempre refrigerados ya que así se evita la proliferación de la salmonella.
- Extrema las medidas de higiene, por ejemplo no toques con el tenedor con el que has batido el huevo la tortilla, o evita que alimentos crudos estén en contacto con los alimentos ya cocinados.
¿Entonces es seguro llevarme una tortilla de patatas a la playa?
Es seguro, si la transportas en un recipiente separado del resto de alimentos y siempre refrigerada, por ejemplo en una neverita con hielo o con unos acumuladores de frío. Y cuando llegues a la playa pon la neverita debajo de la sombrilla no sea que a la tortilla le de una “insolación” y a la salmonella le de por hacer de las suyas. Por cierto, recuerda que la tortilla esté debe estar bien cuajada. 😉
Así que no dejes de disfrutar de este alimento tan saludable y versátil y que tantas alegrías nos da cuando nuestras madres sacan esas tortillas de patatas calibre platillo volante en la playa. Eso si, siempre manteniendo las precauciones higiénicas que hemos visto…y es que ya lo cantábamos de pequeño en el trabalenguas que decía: “Don Quijote de la Mancha, con un huevo no se mancha, con dos huevos se escarrancha por las carreteras de la Mancha”. Así que ojo con “escarrancharte” por culpa del huevo. 😉