Te preguntarás desde cuándo el vino no es natural. Siempre lo ha sido, pero la producción masiva para obtenerlo se ha alterado tanto que se han ido perdiendo las prácticas tradicionales. Hay una tendencia a volver a lo auténtico, a las raíces y sobre todo a tomar conciencia del medio ambiente. Hablamos de vinos obtenidos de la viticultura ecológica o uvas ecológicas.
Peculiaridades de los vinos ecológicos
La producción ecológica de la vid reúne un grupo de técnicas de trabajo que trabaja tres ramas: el suelo, el viñedo y el medio ambiente. A diferencia de lo que popularmente se cree, la viticultura ecológica no sólo es la sustitución de los productos químicos, como pesticidas y fertilizantes, por otros más respetuoso con el medio ambiente. Los cambios se extienden a todo el sistema de producción para mejorar la fertilidad natural del suelo. Identificarás fácilmente los vinos ecológicos por el dibujo de una hoja que se imprime en su etiqueta, se trata de la certificación oficial de la Unión Europea.
Los vinos ecológicos deben seguir un proceso natural desde el cultivo hasta el embotellado.
Entre las tres prácticas que caracterizan el cultivo de estos vinos está el uso de cubiertas vegetales sembradas. Es importante la optimización de la biomasa y el adecuado control de la degradación de la materia orgánica. También el abono con estiércol y productos orgánicos para mejorar la fertilidad del suelo. El objetivo es nutrirlo para que luego la planta se nutra de él.
Por último, los vinos ecológicos deben seguir un proceso natural desde que se cortan las uvas hasta que salen embotellados por la puerta de la bodega. Esto excluye procesos físicos y químicos como la concentración parcial en frío, la eliminación del anhídrido sulfuroso y la desalcoholización parcial.
Otros conceptos vinícolas:
Cuando hablamos de vinos ecológicos se tiende a mezclar con otros conceptos que, aunque van en la misma línea de respeto al medio ambiente, implican otras prácticas. Te aclaramos otros dos conceptos para que sepas distinguirlos.
Para saber si un vino es ecológico hay que fijarse en el etiquetado.
Los vinos biodinámicos también tienen que ver con el respeto al medio ambiente, pero van un paso más allá. Las cepas se podan sólo con luna menguante. Utilizan abonos naturales y colocan plantas junto a las viñas para evitar plagas. A diferencia de la viticultura ecológica, esta forma de cultivar no está regulada.
Por último, los vinos naturales. En la elaboración de estos vinos la intervención en bodega es la mínima. Lo que se traduce en no añadir azufres, sulfitos ni otras sustancias que se pueden considerar artificiales. El vino evoluciona de forma natural. Sabrás identificarlos en mesa porque cuando se sirven tienen un aspecto más turbio.
Los vinos ecológicos no tienen por qué ser de mejor calidad que los no ecológicos. Al igual que pasa con los tomates, un tomate ecológico sin elementos químicos tendrá más sabor si es un tomate de calidad. Por lo tanto, para que un vio ecológico sea bueno tendrá que reunir las mismas condiciones que un vino de calidad tradicional.