Nada como una buena salsa para hacer un plato redondo. A todos nos encanta mojar el pan en una salsa deliciosa, por eso os enseñamos las 5 salsas caseras esenciales que no pueden faltar en tu cocina.
Las salsas son el acompañamiento perfecto y realzan el sabor del ingrediente principal de una receta. Podemos elaborar tanto salsas frías como salsas calientes, dulces o saladas… las posibilidades son infinitas, tanto, como nuestra creatividad.
Las salsas caseras aportan jugosidad a nuestros platos, aportan contrastes dulces, salados, agridulces… Una buena salsa casera puede marcar la diferencia entre un plato bueno y otro insuperable. Las salsas aportan nuevas sensaciones en nuestras recetas y también se puede jugar con las texturas (más cremosa, más o menos ligera…).
Desde la Antigüedad se han elaborado diferentes salsas en todo el mundo. En Europa generaciones de cocineros convirtieron la elaboración de salsas en un culto, un arte. En las cocinas de los mejores restaurantes del mundo hay un Maestro salsero. Éste se encarga de elaborar las deliciosas salsas que acompañarán sus originales platos.
Existen muchísimas recetas de salsas, aquí os mostramos las 5 salsas esenciales que no pueden faltar en la cocina:
La salsa mayonesa
Esta salsa es una salsa fría que se prepara emulsionando aceite, huevo, unas gotas de vinagre o limón y sal con ayuda de una varilla o una batidora. Puede ser más o menos ligera dependiendo de la receta. Por ejemplo, si la vamos a utilizar para hacer un “Sandwich vegetal” más jugoso o acompañar unos langostinos o unos espárragos sería más densa. Si la vamos a utilizar para hacer “Ensaladilla rusa” será más ligera. Otra idea es napar un pescado y gratinar al horno. La mahonesa se cuaja y da jugosidad extra a nuestro pescado. La mahonesa casera se hace con huevo crudo, así que tendremos que tener especial cuidado con no dejarla fuera de la nevera y guardarla dentro para conservar. La consumiremos lo antes posible. Podemos jugar con su sabor si añadimos alguna especia, hierbas, mostaza…
La salsa de tomate
Esta salsa es un clásico de nuestras cocinas. Qué sería de un “Arroz a la cubana” sin una buena salsa de tomate. Además es muy sencilla de elaborar. La receta casera se puede hacer pochando una cebolla, un diente de ajo laminado, le añadimos el tomate entero pelado (en lata), sal y especias al gusto y dejamos cocer a fuego lento. Lo mejor de esta salsa es que cada uno puede aportar su toque añadiendo la especia que más le guste y se puede utilizar para muchos otros platos o para pintar la base de esas pizzas caseras que a los más peques de la casa le encanta disfrutar de vez en cuando.
La salsa boloñesa
Esta salsa no puede faltar en nuestras neveras para preparar una deliciosa pasta. La salsa boloñesa se elabora a base de verduras y hierbas pochadas (zanahoria, apio, cebolla, pimiento verde, albahaca…), carne y salsa de tomate. Es una salsa estupenda para preparar un plato único con pasta o arroz. Un plato socorrido si queremos preparar un plato completo para llevar al trabajo.
La salsa bechamel
Esta salsa es una de las más ricas de la cocina. Se hace un roux y se le va añadiendo leche y mezclando. Cuando hemos terminado de incorporar la leche y disuelto los grumos dejamos cocer a fuego medio mientras se da vueltas para que no se agarre. Podemos hacer muchísimos platos con esta salsa. Las croquetas, por ejemplo, se consiguen dejando la bechamel más espesa y añadiendo trozos de jamón o pollo o chorizo y huevo duro, setas… Preparamos una bechamel más ligera para hacer recetas en las que se precisa gratinar en el horno como canelones, lasaña… Pero también se puede tomar en frio. Un plato muy rico para tomar de entrante son los huevos cocidos rellenos de atún y bañados en bechamel. Para decorarlo podemos poner un poco de huevo hilado que da un contraste dulce-salado interesante.
La salsa Alioli
Esta salsa se consigue emulsionando ajo machacado en un mortero con un poco de sal y añadiendo poco a poco el aceite de oliva virgen extra para que vaya ligando. Es una salsa deliciosa con la que podemos untar unas tostas con una capa fina y hacer unos canapés de salmón ahumado, por ejemplo. También queda estupenda como acompañamiento de la paella o de unas patatas asadas. La salsa alioli es una salsa deliciosa, cuanto más se trabaje más delicados serán su textura y su sabor.