Hace relativamente poco, celebrábamos el Día Internacional de la niña con unos juegos para trabajar la educación en la sostenibilidad. Hoy es el turno del niño, y descubriréis algunos ejercicios, prácticas o técnicas para enseñarles a que se relajen adecuadamente, después de jornadas de estudio, de actividad física o de juegos comunes.
Relajarse para volver con más fuerza. Las mejores técnicas.
Existen muchas técnicas y prácticas de relajación. La clave está en encontrar la ideal o las ideales para el niño y para los padres y familiares.
Los niños muchas veces no son conscientes de esta necesidad y están eufóricos durante todo el día. La relajación les ayudará tanto dentro de casa como fuera de ella.
- Para los más bebés, una edad comprendida entre los 0 y 3 años, la mejor técnica de relajación es el “masaje Shantala”. Se puede practicar en casa y también en el aula en caso de que fuera a una Escuela Infantil. Se trata de masajes y caricias suaves, realizadas con crema o aceites especiales que ayudan a la relajación y a que duerman mejor.
- Para niños más mayores hasta unos 6/7 años, les haremos imaginar su globo favorito con los colores o personajes que más le gusten, para poder conservar ese globo tendrá que hincharlo. ¿Cómo? Inspirará hasta que en su mente se haya llenado y expirará muy lentamente. Les hará distraerse y aprenderá a contenerse.
- Hasta los 10 años, una técnica resolutiva es el dibujo. En este caso, los “mandalas”, tan demandados y tan de moda les ayudará a contenerse, mejorará su concentración, y bajará los niveles de estrés, gracias a la distracción que supone elegir colores y no salirte de la línea.
- Para los niños más mayores y hasta ya entrados en la adolescencia son muy buenas algunas posturas de yoga o pilates, sabrán como respirar, cogerán buenas posturas y aprenderán a controlarse.
¿Utilizas otras técnicas de relajación con tus peques? ¡Te leemos!