En 1996, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 21 de noviembre Día Mundial de la Televisión, protagonista indiscutible en el mundo de la comunicación. Si lo visto en televisión influye en adultos, intentemos imaginar la influencia que llega a tener en los más pequeños. ¿Ejercemos un control responsable del tipo de programas y del tiempo que ven nuestros hijos la tele?
¿Cómo consumen televisión los niños en España?
Los niños pasan cada vez más horas frente al televisor y menos tiempo jugando con otros niños. De hecho, según el Instituto de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universidad de Valencia, para el 30 por ciento de los niños españoles es su primera alternativa de ocio al salir del colegio. Le siguen el 18,8 por ciento que juega con sus hermanos o amigos, el 13,1 por ciento que escucha música y el 10,9 por ciento que prefiere leer.
Pero estos datos son aún más descorazonadores. Según el CIS, un 31,3 por ciento de los niños de entre 4 y 12 años tienen un televisor en su dormitorio y pasan tantas horas en el colegio como viendo la tele, 960 horas. Es obvio que no les queda tiempo para jugar, algo que es fundamental para la formación y el desarrollo del niño. Unos 750.000 menores ven la televisión después de las 22 h., que es cuando deberían irse a dormir para rendir bien en el colegio. En cuanto a los contenidos que ven, solo un 25 por ciento de ellos son programas infantiles. Nada más que un 30 por ciento de los niños se sientan frente al televisor con sus padres, dos tercios de los cuales declaran no controlar lo que ven sus hijos.
Enseñemos a nuestros hijos a ver la televisión
Tan importante es enseñar a nuestros hijos a comer bien, como a ver la tele de manera responsable. Lo principal es que entendamos que la mayoría de los programas no son adecuados para niños. Por eso, es importante seleccionar lo que van a ver con espíritu crítico. Es aconsejable que no pongamos a nuestros hijos frente a la tele para ‘descansar’ de ellos un rato, sino que nos sentemos con ellos para así comentar lo que ven (especialmente, la publicidad) y que fluya la comunicación familiar. Además, los pequeños necesitan que su principal actividad al salir del colegio sea el juego libre, por lo que debemos reducir el tiempo de televisión.
No convirtamos a la televisión en árbitro del comportamiento de nuestro hijo utilizándola como premio o castigo. Tampoco es recomendable que los menores tengan un televisor en su cuarto, puesto que no deben tener ellos el control de lo que ven y cuándo. Lo mejor para que tengan un adecuado descanso es irse a la cama leyendo un libro o cuento, en lugar de viendo una pantalla, ya que los niños de hoy en día están sobresaturados de contenidos audiovisuales.